LOS MERCADOS

Hace quince años...

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Pocos regalos podían ser tan estimados en la Barcelona y L'Hospitalet de los prodigios tecnológicos -ayer levitante con su Mobile World Congress, tal como profetizó el admirado Eduardo Mendoza- como anunciar que en un día como ayer el índice tecnológico por excelencia, el Nasdaq Composite, superó los registros que tuvo hace 15 años. La burbuja de las puntocom, ha terminado, sería el epitafio roñoso. Pero esos más de 5.000 puntos de Nasdaq contienen otra revelación: estamos en la era sólida de las tecnologías de la comunicación, que han conseguido que vayan de la mano los que  fabrican terminales, los que las llenan de contenidos y los que las conectan en todo el orbe. Y una vez al año, en los albores de la primavera, se reunen en Barcelona.

Fueron los operadores de Wall Street los que marcaron ayer el paso de sus colegas europeos, tan apáticos que tendieron a inaugurar los idus de marzo con las cenizas sobrantes de febrero: apenas se cerraron operaciones con precios distintos a los del viernes. Ni siquiera la puesta en marcha de la manguera de euros baratos para todos, conectada al depósito del BCE, movió a los inversores. Tuvo solo el efecto automático de cerrar la espita de la prima de riesgo en mínimos desconocidos los últimos meses. En toda Europa se extiende la desconfianza sobre los efectos del estímulo suplementario diseñado por Mario Draghi.

En los corros españoles hubo más animación gracias a la perplejidad causada por  los datos de dos cotizadas, que no eran los esperados: las provisiones para accionistas de Bankia y los resultados de Indra.

El Ibex se quedó donde estaba el viernes: 11.178 puntos.