LAS CLAVES DE LAS CUENTAS PÚBLICAS

Guiños presupuestarios

El Gobierno prima las medidas cortoplacistas para el 2016 pero casi congela la inversión

S. SABRIÀ / P. ALLENDESALAZAR / BARCELONA / MADRID

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Si los Presupuestos del Estado del 2015 ya fueron tildados de electoralistas, los del 2016, presentados a pocos meses de las generales, todavía más. Y, como entonces, el Gobierno ha negado la mayor, con el añadido en esta ocasión del ministro de HaciendaCristóbal Montoro, que los presentó ayer como una «obligación» para asegurar que no se frene la recuperación económica.

Al margen de las palabras, de las cuentas presentadas por el Ejecutivo en el Congreso de los Diputados para iniciar su rápida tramitación parlamentaria destacan la gran cantidad de guiños presupuestarios con tintes electoralistas, que contrastan con medidas con efectos más a largo plazo, como las inversiones, que solo aumentan el 1%.

Montoro llegó a definir las cuentas como un «programa económico para la próxima legislatura». Y puestos a ser consecuentes, el anuncio más relevante que hizo fue que el Gobierno volverá a bajar el IRPF el año que viene si la evolución de la recaudación y el déficit lo permite. «A medida que tengamos disponibilidad presupuestaria, seguiremos bajando los impuestos porque nuestro objetivo es que la presión fiscal no aumente», afirmó.

Montoro recordó que el año que viene entrará en vigor una rebaja del impuesto de sociedades prevista en la última reforma fiscal, que se sumará a las de este año del IRPF. En cambio, recalcó que no van a reducir el IVA, escudándose en que es una imposición europea.

Otros caramelos electorales son la subida del 1% del sueldo de los funcionarios, así como la recuperación de la parte pendiente de la paga extra del 2012. También aumentarán, en contra del criterio utilizado en los últimos años, las ayudas a la dependencia, uno de los puntos por los que había sido más criticado el PP. Entre las citadas medidas cortoplacistas destaca, pos su simbolismo y por el momento en el que se hará efectiva, la partida de 24 millones destinada a ayudas para la compra de libros escolares a familias necesitadas, una iniciativa que el anterior ministro de Educación había eliminado. También se prevén incrementos en partidas como las políticas activas de empleo (10%), educación (9,3%), cultura (7,3%), I+D+i (2,2%) o sanidad (5,3%).

CUADRAR EL CÍRCULO

Todas estas subidas se van a producir a pesar de que el límite de gasto no financiero se va a reducir en 5.666 millones respecto al año pasado, una caída del 4,4%. La cuadratura del círculo para que sea posible un mayor gasto social, a pesar de bajar el límite general y de una rebaja de impuestos, se explica según los cálculos del Ejecutivo por los efectos positivos de la recuperación sobre la recaudación de impuestos y la reducción de gastos vinculados a los intereses de la deuda y a las prestaciones por desempleo.

El Ministerio calcula que en estas dos partidas se logrará un ahorro de unos 8.000 millones en total, y añade que estos son los que han permitido al Gobierno plantear un aumento del gasto social del 3,8%.

Lo cierto, no obstante, es que buena parte del incremento del gasto social se debe al mayor desembolso en pensiones (2,9%, hasta llevarse el 53,5% del presupuesto), ya que pese a que solo suben el mínimo legal del 0,25% aumenta el número de beneficiarios. Montoro, de hecho, admitió que la mayor parte de los ahorros van a ir a reducir el déficit y la deuda. «España es un caso en el que nos está sacando de la crisis la política de austeridad, de no incremento del gasto». En este sentido, el proyecto prevé que la deuda pública descienda, en porcentaje respecto al producto interior bruto (PIB), del 98,7% de este año a un 98,2% el 2016.

La otra gran baza para que cuadren las cuentas es la previsión de ingresos tributarios. A pesar de las rebajas, el Gobierno prevé un alza del 4% comparado con el Presupuesto de este año. La mayor subida porcentual (5,5%) corresponderá al impuesto de sociedades, seguida del 4% del IVA, y el 3,4% del IRPF. Unas previsiones muy optimistas que contrastan con la evolución real de estos impuestos, cuya liquidación ha quedado muy por debajo de lo presupuestado los últimos tres años.

ATAQUES A LAS CUENTAS

Precisamente estas previsiones tan optimistas son las que centraron las principales críticas de la oposición y los sindicatos a las cuentas presentadas por el Ejecutivo. «Rajoy adelanta la tramitación de los presupuestos por motivos electorales. Rajoy quiere dejar las cosas atadas y bien atadas, pero eso en España ya tiene copyright y normalmente sale mal. Los ciudadanos pueden desatarlo con su voto en las elecciones», dijo el portavoz parlamentario de los socialistas, Antonio Hernando, en referencia al legado de Franco.

UGT destacó que el Ejecutivo sustenta sus cuentas «en un escenario irreal» y calificó de insolidarios los Presupuestos por apoyar la consolidación fiscal en lo que acabará siendo un descenso real del gasto público.