EL FUTURO MODELO ECONÓMICO

El Gremi de Fabricants opta por el retorno a la industria

Los empresarios creen que los salarios bajos no son la única vía de productividad

Josep Bombardó, derecha, durante la jornada de ayer en Sabadell.

Josep Bombardó, derecha, durante la jornada de ayer en Sabadell.

ALBERT SEGURA
SABADELL

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El futuro de la economía catalana pasa por la reindustrialización del país. Así lo considera la Fundació Gremi de Fabricants de Sabadell, que ayer celebró en su sede una jornada centrada en analizar la actual situación que vive la industria catalana y sus perspectivas de futuro. La visión a corto plazo pasa por la necesidad de un revulsivo que permita la recuperación de la actividad perdida a lo largo de las últimas décadas.

Los empresarios vallesanos tienen muy claro que el objetivo para encaminar la recuperación de la economía catalana pasa por retomar los aspectos distintivos que trajeron riqueza siglos atrás, y que situaron a ciudades como Terrassa o Sabadell en el mapa. La industria ha evolucionado con el paso de los años, pero su capacidad de generar actividad y con él puestos de trabajo no ha variado. «Está más que demostrado que los países y colectivos que han cuidado la industria son los que tienen tasas de paro más bajas y han soportado mejor la crisis económica», señaló el vicepresidente de la fundación, Antoni Garrell.

MANTENER EMPLEO / La capacidad productiva de una sociedad que cuenta con una economía industrial fuerte garantiza, según el representante empresarial, un mantenimiento del empleo y una mayor estabilidad para empresas y familias. Ese tejido industrial es el que quiere luchar contra el paro: «Los miles de parados son los que ponen la presión y nos obligan a una reindustrialización que se debe hacer bien y de forma rápida y robusta», apuntó Garrell.

El gremio, presidido por el industrial Josep Bombardó, recalca que el primer punto que cabe defender es la productividad, y eso implica ser competitivo. Por eso consideró que los salarios bajos no son una solución y recomendó luchar contra otros aspectos que ahogan al empresario, como el elevado coste de la energía, superior al de la media europea, o la fiscalidad. La productividad requiere diferenciarse y aportar un valor adicional, afirmaron, mediante el diseño del producto o una aportación de conocimiento científico y tecnológico que permita garantizar su continuidad.

La Fundació apostó por establecer puentes entre la universidad y la industria y potenciar la instalación de empresas en Catalunya en lugar de  deslocalizar la producción, aprovechando las sinergias que puede generar la red de empresas vecinas.