ENTRADA DE CAPITAL EXTRANJERO

Grecia, puerta de China

Mercancías 8Terminal de carga del puerto de El Pireo, que controla la empresa china Cosco.

Mercancías 8Terminal de carga del puerto de El Pireo, que controla la empresa china Cosco.

ANDRÉS MOURENZA
ATENAS

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«El puerto de El Pireo se puede transformar en la puerta de Europa para China». Esta frase pronunciada ayer por el primer ministro chino, Li Keqiang, ante su homólogo griego, Antonis Samarás, define perfectamente los planes de ambos países: Atenas busca desesperadamente inversores extranjeros para estimular su maltrecha economía y Pekín está aprovechando para adquirir barato importantes infraestructuras que la troika ha obligado al Gobierno heleno a privatizar. Y el mejor ejemplo de esta nueva sinergia es el puerto de El Pireo, uno de los que más está creciendo en los últimos años.

Cosco, empresa pública china y gigante del transporte marítimo a nivel mundial, desembarcó en Grecia en el 2009, tras lograr la concesión de uno de los muelles de carga del puerto, Pireo II, por 35 años y a un precio de 3.500 millones de euros. Desde entonces ha invertido 450 millones en su modernización y en la construcción de una terminal de carga, Pireo III, además de ayudar a construir la conexión entre el puerto y la red ferroviaria nacional, antes inexistente. Ahora pretende invertir 230 millones en ampliar Pireo III y ha hecho una oferta para la adquisición del 67% de las acciones de OLP, la empresa pública griega que gestiona el muelle de carga Pireo I y la terminal de pasajeros, lo que daría a la empresa china el control total del puerto.

En el 2013, las tres terminales del puerto manejaron 3,16 millones de TEU (contenedores de 20 pies) y, una vez terminadas las inversiones en marcha, tendrá una capacidad de 6,2 millones de TEU, lo que lo convertiría en el mayor de todo el Mediterráneo.

«La ventaja de El Pireo es que grandes buques, de hasta 18.000 TEU, pueden atracar y podemos descargar directamente la mercancía y ponerla rápidamente en distribución», explica Tassos Vamvakidis, director comercial de PCT, subsidiaria de Cosco. «Está claro que no nos podemos convertir en Róterdam -el mayor puerto de Europa, con 12 millones de TEU al año- de la noche a la mañana; lo que ofrecemos es una vía alternativa para llegar a Europa más rápidamente gracias a la cercanía al Canal de Suez». De hecho, grandes empresas tecnológicas como las chinas ZTE y Huawei, la japonesa Sony o la estadounidense Hewlett-Packard han firmado acuerdos con Cosco para usar El Pireo de nodo de distribución.

La desventaja competitiva para El Pireo es el pobre estado de los ferrocarriles griegos -que el Gobierno quiere privatizar y ya hay una empresa china interesada- y el elevado número de fronteras que deben traspasarse para llegar a Europa Central. Por ejemplo, se tarda entre siete y ocho días en alcanzar Alemania, mientras que desde el puerto de Barcelona las mercancías requieren la mitad de tiempo.

Inestabilidad laboral

Pero no todo brilla en El Pireo. «Se trabaja en condiciones tercermundistas», asegura el secretario local del sindicato PAME, Nikos Xurafis. Los sindicatos denuncian que no se respetan las normas de seguridad, los salarios son los mínimos que permite la ley, la mayoría de los trabajadores son empleados bajo dos niveles de subcontratación y se les obliga a firmar contratos por dos semanas de trabajo al mes pero luego deben tener una disponibilidad absoluta. «No sabíamos cuándo teníamos que ir a trabajar. Se nos enviaba un SMS diciendo que teníamos que acudir en tres horas. Durante nueve meses no se me dio un horario de trabajo», denunció a la prensa griega Dimitris Batsoulis, un trabajador despedido, junto a otros cuatro compañeros, por tratar de establecer un comité de empresa en la terminal controlada por Cosco. Vamvakidis niega que fuesen despedidos por sindicalizarse y asegura que, si no hay comité de empresa, es porque los empleados «están satisfechos con sus condiciones y no tienen quejas», y añade: «Nuestros trabajadores son muy jóvenes para tener sindicatos».

El problema es, según se queja Anastasia Frantzeskaki, trabajadora y representante sindical en la parte del puerto aún bajo gestión pública, que Cosco «se está haciendo gradualmente con toda la economía de El Pireo. Controla las importaciones y absorbe puestos de trabajo como los camioneros y los registradores. Y todos con peores condiciones laborales».