PRESUPUESTOS DE LA GENERALITAT PARA EL 2015

El Govern aprueba sus cuentas con 2.500 millones en el aire

Mas-Colell fía a la negociación política parte de los ingresos del año que viene

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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El Govern aprobará hoy el presupuesto de la Generalitat para el año que viene con más incertidumbres que certezas. Por lo pronto, 2.500 millones de euros están en el aire y dependerán especialmente de la capacidad de negociación política con el Estado y, en menor medida, de lograr otros ingresos extraordinarios que en el presente ejercicio apenas se han conseguido.

Y además, dada la situación política y la posibilidad de elecciones anticipadas, podrían ser unas cuentas que no se llegaran ni a tramitar en el Parlament o que carezcan del apoyo suficiente para ser ratificadas, a diferencia de lo que sucedió con las del presente ejercicio.

El proyecto que el conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, entregará a la presidenta de la cámara catalana, Núria de Gispert, es en esencia «un presupuesto político», según fuentes del Ejecutivo catalán. De hecho, la única forma de cuadrar las cifras es obtener ingresos que el Govern entiende que el Ejecutivo central le debe, como los correspondientes a la disposición adicional tercera del Estatut sobre inversiones del Estado en Catalunya.

También se incluyen en este apartado el restablecimiento del sistema de adelantos a cuenta del fondo de competitividad incluido en el sistema de financiación autonómica, los rendimientos de los aumentos del IVA que se han producido desde el 2009 y que, al entender del Ejecutivo catalán «se tendrían que compartir»; así como la compensación por el impuesto que grava los depósitos bancarios.

El Gobierno central, que a su vez creó su propio tributo sobre los depósitos bancarios, recurrió ante el Tribunal Constitucional la norma catalana. Se da la circunstancia de que el alto tribunal levantó la suspensión cautelar que el Estado reclamó sobre el gravamen catalán y el Govern ha llegado a regularlo e incluso a abrir el plazo para su liquidación. No obstante, es consciente de que no ingresará apenas un euro dada la incertidumbre jurídica que afecta al tributo y los recursos que plantean las entidades financieras. El Govern también estima que dejó de ingresar unos 850 millones por las exenciones impositivas a transacciones derivadas de operaciones de la Sareb o banco malo, que afectan al gravamen de transmisiones patrimoniales.

Otra vía para obtener más recursos sería disponer de mayor margen de déficit. Este tiene que ser el año que viene equivalente al 0,7% del PIB (1.400 millones), frente al 1% (1.979 millones) del 2014. El problema adicional es que en lo que va del 2014, en concreto hasta septiembre, el desfase de caja ya ha superado los 3.000 millones y supone el 1,53% del PIB, el 50% más de lo establecido para el conjunto del año y ya supera el objetivo en más de 2.000 millones.

MANTENER EL GASTO

Las cuentas del 2015 tienen como objetivo mantener el nivel de gasto no financiero y no finalista de la Generalitat, que debería situarse en torno a los 23.000 millones. El recorte del gasto de los distintos departamentos ha sido del 20% entre el 2010 y el 2014. Al entender del conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, los ajustes por la vía del gasto «han llegado al límite».

Pero en la cuentas del año que viene existe un factor añadido en el lado de los gastos: los alrededor de 580 millones que supone la recuperación de la paga extra que los empleados públicos hace tres años que no perciben y del descenso del 15% de reducción salarial que se aplicó a los interinos. Además, el gasto en intereses, por segundo año, superará con creces los 2.000 millones.

En el momento de elaborar las cuentas, la Generalitat dispone de unos 15.380 millones en transferencias previstas, unos 2.500 millones con recaudación por tributos propios o cedidos y otros conceptos que apenas superan los 20.000 millones. Eso deja mucho margen para la obtención de recursos por la vía de la negociación con el Estado.