La posición de los partidos catalanes

El Govern apoyará la reforma si respeta la autonomía financiera

El portavoz del Govern, Francesc Homs (centro), ayer, en la localidad francesa de Prada de Conflent.

El portavoz del Govern, Francesc Homs (centro), ayer, en la localidad francesa de Prada de Conflent.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Casi a la misma hora, mientras en Madrid el jefe de filas de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, calificaba de «tendencia necesaria» la reforma de la Constitución para limitar el endeudamiento de todas las administraciones, en Prada de Conflent (Francia), el portavoz del Govern, Francesc Homs, anunciaba un rechazo «contundente y clarísimo» a cualquier acuerdo entre el PP y el PSOE que restrinja la autonomía financiera e incluso hacía un llamamiento al resto de los partidos catalanes para impedir tal modificación. Minutos después, ambas posiciones tendieron al equilibrio y a una postura cercana a un sí condicionado.

En sus intervenciones posteriores en la Cámara baja, Duran reclamó que el cambio sea flexible para respetar el poder autonómico. Y el Govern matizó elnoinicial de Homs y subrayó que la Generalitat es partidaria de la austeridad presupuestaria porque la practica, así que no se opondrá a modificar la Carta Magna siempre que el texto pactado por los dos grandes partidos españoles no se convierta en una puerta abierta a futuros corsés que acoten la capacidad de la Administración catalana de decidir sobre sus gastos e ingresos.

DEMASIADA PREMURA / Corsés que impidieran, por ejemplo, decisiones políticas como la adoptada por el Gabinete de Artur Mas respecto al objetivo de déficit en los presupuestos para este año. El Ejecutivo central exigió que se apretara el cinturón y limitara el déficit al 1,3%, pero elconsellerde Economia, Andreu Mas-Colell

se plantó en el doble, el 2,6%, porque ir más allá, denunció, ponía en riesgo prestaciones básicas.

Fuentes del Ejecutivo de CiU recelan además de la prisas. Una premura que camina en sentido opuesto a la prudencia necesaria para redactar un texto que fijará obligatoriedad. En la Generalitat se preguntan por qué no se aplica la estabilidad por ley orgánica. Y recuerdan la voluntad del Govern de fijar un techo de gasto en una ley que debe recibir el visto bueno del Parlament.

RECELOS Y GARANTÍAS / Lo que produce más que recelos entre los dirigentes de la federación es la coincidencia entre el PSOE y el PP a la hora de limitar de urgencia el gasto de comunidades autónomas y ayuntamientos. Prueba de ello fueron las palabras del alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias: «Me hace mucha gracia que uno proponga cosas para controlar el gasto de los otros cuando es incapaz de controlar el suyo».

Duran subrayó que en sus conversaciones previas con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero había reclamado que el texto que modifique la Carta Magna sea flexible. Algo que el presidente del Gobierno ofreció como garantía al líder de Unió en una de las intervenciones del debate celebrado ayer en el Congreso.

La cacofonía inicial entre Duran y Homs generó incluso situaciones curiosas. De hecho, algún miembro del grupo de CiU en Madrid que hablaba en términos positivos de la reforma constitucional en los pasillos de la Cámara baja tuvo que interrumpir su tesis al recibir un SMS con las contundentes declaraciones iniciales del portavoz del Govern en la Universitat Catalana d'Estiu.