El Gobierno se plantea un crecimiento cercano al 3% en el 2015

La economía española volvió a crecer en el 2014, después de cinco duros años de crecimiento negativo o plano, y lo hizo con fuerza. Tanto es así que el Gobierno ya asume que en abril se revisará al alza su previsión inicial de crecimiento para este año, del 2%, para situarlo «más cerca del 3% que del 2%», según avanzó ayer el jefe de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Álvaro Nadal. La cifra podría estar «entre el 2,5% y el 2,9% más o menos más», afirmó ayer en una entrevista en RNE.

Según el dato que ayer anticipó el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española aceleró su recuperación al cierre del 2014 al crecer en el último trimestre el 0,7% en relación al tercero, lo que le permitió un avance del 2% respecto al mismo periodo del año anterior. Así, en el conjunto del 2014, la economía logró crecer el 1,4%, después de haber caído el 1,2% en el 2013.

El avance del 1,4% es el más elevado desde el 2017 y aunque el INE no detalló ayer los factores del crecimiento (hay que esperar al 26 de febrero), el Banco de España ha anticipado que el repunte de final de año se debió, sobre todo, a la «fortaleza» de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantuvo una contribución al PIB «ligeramente negativa».

VALORACIÓN DEL GOBIERNO

«Indudablemente los datos son positivos», valoró ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. «Demuestran la buena evolución de la economía española, pero hay que seguir trabajando en las reformas», añadió, informa Pilar Santos. Según la representante del Gobierno, con los datos del INE «estamos en la pista de crear un millón de empleos» entre el 2014 y el 2015 , tras haberse creado 433.000 puestos netos el año pasado.

La vicepresidenta avanzó que el Gobierno «abordará la revisión al alza» de sus previsiones en abril, coincidiendo con la presentación en Bruselas del Programa de Estabilidad y Reformas del Ejecutivo español. Sáenz de Santamaría rehusó adelantar el dato: «No puedo anticipar la cifra porque le haría el trabajo desde esta mesa al Ministerio de Economía», bromeó. Tampoco lo hizo el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa: «El Gobierno es muy prudente y hace previsiones muy conservadores», dijo en TVE.

El jefe de la Oficina Económica, sin embargo, sí se atrevió a dar una aproximación en su entrevista al situar la previsión «más cerca del 3% que del 2%». Nadal, además, admitió que «si la economía va muy bien y sigue acelerándose, no se puede descartar que se profundice en la rebaja de impuestos».

RECESIÓN Y CRISIS

«España ha dejado atrás la recesión y poco a poco va dejando atrás la crisis», valoró ayer el presidente del Banco Popular, Ángel Ron. El matiz entre crisis y recesión fue subrayado el día anterior por el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, quien afirmó que España no dejará atrás la crisis hasta que la actual tasa de paro, del 23,70% de la población activa, caiga «otros 10 ó 12 puntos adicionales».

BBVA Research, el servicio de estudios de la entidad financiera, subrayó ayer que «la recuperación de la actividad económica ganó tracción en la recta final de 2014». A falta de conocer los datos detallados, BBVA Research considera que «en el cuarto trimestre del 2014 la actividad habría encontrado su soporte en la demanda doméstica». Esta misma semana el INE ha publicado que las ventas del comercio minorista lograron crecer en el 2014 por primera vez en siete años.

FRENOS E IMPULSOS

El catedrático de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos valoró a Efe que el futuro del crecimiento dependerá de que se mantenga la depreciación del euro y el abaratamiento del petróleo. En su opinión la principal «losa» para la recuperación es el desempleo aunque recalcó que con un PIB creciendo y si los salarios dejan de caer, el crecimiento acabará llegando a la economía real, «con el problema del aumento de las desigualdades».

La rebaja de los intereses por la nueva política monetaria del BCE es otro factor que puede dar soporte a la recuperación, así como la mayor renta disponible de las familias por la rebaja del IRPF. El IPC negativo también apoya la mejora del consumo por la caída de los precios de las gasolinas «que genera un incentivo para que las familias gasten más», según valoró a Efe el experto de AFI Matías Lamas.