La Generalitat da a Iberpotash el permiso definitivo para el plan Phoenix

El proyecto, que supone ampliar la mina de Súria y construir una plan de sal, asciende a 180 millones

AGUSTÍ SALA / Barcelona

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Iberpotash ya dispone de todos los permisos para llevar a cabo la primera fase del plan Phoenix, que supone ampliar la mina de potasa de Súria (Bages) y la construcción de una planta de sal (el resíduo de la potasa). El proyecto, por un importe de 180 millones de euros, dipone ya de la autorización ambiental de la Direcció General de Mines de la Conselleria de Empresa i Ocupació.

Esta inversión del grupo israelí ICL se suma a la de 100 millones  para la construcción de una nueva terminal de carga en el Port de Barcelona. La última resolución de la Generalitat se ha producido un mes después de la aprobación de la declaración de impacto ambiental por parte de la ponencia ambiental de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat.

El proyecto de Iberpotash, que supondrá dejar de producir en la vecina Sallent, ha atravesado numerosas vicisitudes judiciales. Una de ellas tenía que ver con la rampa que baja a las minas y que suprimirá el paso de 550 camiones por el término municipal de Súria. Otras tienen que ver con las ecombreras o montañas de sal y la fianza que la Generalitat impuso a la compañía para reducir el impacto ambiental.

También hubo una denuncia de la patronal de la sal, AfasalAfasal, que acusa de Iberpotash de aprovecharse de inversiones medioambientales para reudicr la salinidad del río Llobregat a su paso por las cuentas del Bages. Son inversiones realizadas por la Generalitat y que debería haber llevado a cabo la empresa.