La función de molestar

Van a lo suyo, en pleno MWC. Un centenar largo de estudiantes de la Pompeu Fabra llenaron ayer por la tarde el salón de actos de la ESCI (Escola de Comerç Internacional) para estrenar el modelo de coloquio rápido y creativo que bebe de la cultura de EEUU y japonesa. Para los primeros, los TED Talks, o sea, conversaciones bajo las siglas de Tecnología, Entretenimiento y Diseño. Para los segundos --auténticos creadores del modelo-- los Pecha Kucha, término que no es vasco sino japonés y se refiere a la presentación resumida de una idea en público mediante 20 imágenes proyectadas en una gran pantalla.

Los cuatro elegidos para esa práctica cumplieron. La sesión pareció en algunos momentos, una de esas envaradas sesiones de power points en el IESE, Esade o la Cambra de Comerç. Lo distinto, refrescante y prometedor fueron los cuatro ponentes contando sus experiencias.

Dos, de contraste: el de quien se fue 10 años fuera buscando ideas de negocio y la de la que vino a España abandonando la Unión Soviética y ha acabado siendo un ejemplo -en más de un sentido- del don de lenguas (dominio ejemplar del castellano, y, menos, del catalán) para crear un espacio de comunicación intercultural en las relaciones personales. Fueron los 20 minutos, pautados, con sus imágenes alusivas, que necesitaron Marc Torras (diez años en China) para divulgar su empresa pionera de distribución de aparatos de impresión en 3D, entresD.es, en el mercado español y la bielorusa Alena KH, bloguera de éxito.

Será cada trimestre, explicaron los de la ESCI-UPF que se organizarán estos Doers Day, o sea, día de cháchara con gente que vale la pena escuchar, siempre que exponga rápido y con buenas imágenes.

Cumplió ajustada en tiempo e ilustraciones -por algo el formato se ajustaba a la estrategia de su empresa- Leti Rodríguez, la responsable de animar las redes sociales que militan en la icónica marca de cerveza barcelonesa Moritz. «Ni hablar de quejarnos por ser pequeños», espetó tras revisar, siempre en pantallas, una historia de tradición cervecera, innovación y «si hace falta, transgresión».

Pudo estar programado o no, pero la cuarta ponente marcó cómo debe ser la nueva época del Pecha Kucha. Anoten el nombre y profesión: Júlia Solans, ilustradora (maderfackards). Basta, predicó, de los cartelitos, postales y leyendas de la era correcta (wonderful). Solans sabe decir sin molestar que hay gente en el metro que no se ducha. Que una enamorada aún puede ser original («Arriba las manos, estás rodeado») o que lo suyo, y no solo de ella, es molestar: «Nos roban la ciudad y nos dejan los guiris».