Fruta fresca duradera, ¿es posible?

En Catalunya conviven todas las fórmulas de cooperación

MULTIDISCIPLINAR.  El sincrotrón Aba, inaugurado en el 2010 en Cerdanyola.

MULTIDISCIPLINAR. El sincrotrón Aba, inaugurado en el 2010 en Cerdanyola.

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Cultivar aguacates en Eivissa para que un mes después se puedan consumir en Australia como producto fresco, sin trampas en el gusto, supone hablar de cosas imposibles. No porque Eivissa sea poco conocida por sus cultivos exóticos ni porque Australia deje de estar en las antípodas.

Lo innovador es que esa opción es posible según las explicaciones de Fernando Roger (Nice Fruits), un empresario con nave en Mercabarna -mercado de referencia europea del producto fresco-, que ha conseguido encontrar la fórmula adecuada para que este inverosímil sea posible. Se la proporcionó el equipo de investigadores que encabeza el doctor Josep M. Nasenta, de la UPF, que desarrollaron una fórmula para que la fruta no perdiera su estructura básica antes de congelarse. Atención: por medios físicos, no químicos.

Trasladar a imágenes comprensibles lo que significa que la fórmula abstracta I+D+I, (investigación, desarrollo, innovación)  tiene su significado en Catalunya es lo que explica el reportaje que TV-3 va a emitir el 7 de octubre.  Con  la distancia suficiente de los intereses oficiales, el documental Inversió de futur se suma a las aportaciones que hacen los medios de comunicación de amplia audiencia sobre innovación.

Enfermedades

El sincrotrón que funciona cerca de la Universitat Autònoma desde el 2010 es otro ejemplo. La mayoría de ciudadanos cree que se trata de un centro de investigación lleno de batas blancas que quieren explicar el universo. Pues no. Ahí dentro trabajan Evelyn Moreno-Calvo y Nora Ventosa (Nanomol) para crear nanocápsulas que se conviertan en medicamentos para pacientes de cualquier enfermedad que puedan recibir la dosis adecuada, sin estar sometidos a los efectos secundarios.

Combinar científicos en la universidad con negocio e inversores a la vista, como son los casos de las frutas congeladas o los medicamentos de última generación son solo dos ejemplos de los  modelos de colaboración pública y privada que permiten defender que en Catalunya se trabaja en innovación.

Gracias a la memoria histórica de que Catalunya ha sido un país industrial, con sus costes en la protección de riesgos laborales, otro modelo de colaboración -las batas blancas combinadas con el mono azul- es el  que proporciona Marc Delgado (Sensotrans), empresario del Baix Llobregat que aspira a revolucionar el mundo de los sensores de riesgo de accidente por inhalación de gases. Por su encargo, el profesor de la Universitat Rovira Virgili (URL)  Eduard Llobet ha desarrollado un nuevo aparato que detecta mejor y mucho más barato los gases tóxicos (benceno).

La amplia gama de ejemplos que se recogen en Catalunya sobre la cooperación de investigadores y empresarios tiene un punto débil, el riesgo de que el sector público no pueda acompañar el proceso. Joan Guinovart, director del Institut de Recerca Biomèdica, tan sabio como pragmático lo resume: «El que la hace, la vende». JOSEP-MARIA URETA