ACUERDO MINISTERIAL

Francia y Alemania se conjuran para fomentar la inversión

Los ministros de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel (izquierda) y Francia, Emmanuel Macron, ayer en Berlín.

Los ministros de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel (izquierda) y Francia, Emmanuel Macron, ayer en Berlín.

J. M. FRAU
BERLÍN

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Los ministros de Economía y de Finanzas de Francia y Alemania anunciaron ayer en Berlín un plan común para el fomento de la inversión. Los cuatro ministros coincidieron en la necesidad de adoptar iniciativas conjuntas para el bien de una economía europea a la que el titular de Economía francés, Emmanuel Macron, calificó de «anémica». Sin embargo, en la parte alemana, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, ministro de Economía y vicecanciller de Angela Merkel, puntualizó que el objetivo de su país se centra en fomentar las inversiones privadas.

«Hemos acordado elaborar una propuesta común sobre las posibilidades de inversiones en los dos países», declaró el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, después del encuentro con su colega francés Michel Sapin y Macron. Las dos partes se comprometieron a presentar su plan de propuestas de inversión en la próxima cumbre económica franco-alemana, prevista para el próximo 1 de diciembre en la que, junto a los cuatro ministros, participarán los presidentes de los respectivos bancos centrales. Michel Sapin destacó que el documento recogerá propuestas «concretas y operativas».

La cumbre de ministros económicos de los dos países estuvo claramente condicionada por la entrevista que el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung publicó con Macron y Sapin, en la que los franceses se muestran partidarios de que Alemania lleve a cabo un plan de inversiones de 50.000 millones de euros en los próximos tres años. Es decir, la misma cantidad que Francia se compromete a recortar.

MATIZACIÓN / La propuesta fue interpretada como una exigencia y generó reacciones críticas. El eurodiputado de la CDU, Herbert Reul, calificó la propuesta de «descarada», en declaraciones a la edición digital de Der Spiegel, y Die Zeit publicó un comentario con el expresivo titular Una oferta indecente. Emmanuel Macron se vio obligado a suavizar sus palabras:  «Yo no he pedido nada a Alemania, porque Francia no tiene que pedir nada a la Alemania. Todo el mundo hace lo que debe hacer», dijo. De esta manera, reproducía las palabras del primer ministro Manuel Valls, cuando hace un mes viajó a Berlín para presentar su plan de reformas. «No vengo a Berlín a pedir nada», declaró entonces.  Sin embargo, Macron puntualizó ayer después de la reunión: «Es verdad que Alemania tiene más capacidad que nosotros para llevar a cabo inversiones».

La intención de fomentar la inversión, expresada ayer tanto por Schäuble como por Gabriel no supone en principio una novedad de peso con respecto a la posición que defienden en todos los foros. La semana pasada, Merkel insistió en el Bundestag en la necesidad de mantener la disciplina presupuestaria, y su ministro de Finanzas no está dispuesto a renunciar a unos presupuestos sin nueva deuda para el 2015, que ya defendió en el Parlamento como un éxito de su gestión.

En la rueda de prensa conjunta de los cuatro ministros, tanto Gabriel como Schäuble puntualizaron cualquier referencia de sus colegas franceses a las demandas de inversiones, con la advertencia de que «principalmente buscamos movilizar la inversión privada», dijo Schäuble.

Además, Gabriel admitió que Alemania debe aumentar sus inversiones, tanto en infraestructuras clásicas como en eficiencia energética, pero apostilló que también las empresas deben invertir para que la economía no pierda competitividad. Este también afirmó que Alemania debe aumentar sus inversiones en los próximos años hasta lograr que supongan el 20% del PIB  frente al 17% actual, tal como recomienda  la OCDE.

Gabriel también admitió que este  margen del 3%, suponen unos 50.000 millones de euros, la cantidad que los ministros franceses defienden que Alemania debería invertir en los próximos tres años.