Ford cambia de ciclo

Ford tiene dos megafábricas en Almussafes, La primera está a punto de cumplir 40 años y la segunda todavía huele a pintura fresca. La multinacional estadounidense completará en los próximos meses un ciclo con una inversión de 2.500 millones de euros llevada a cabo en los últimos cinco años. El comienzo de la producción del monovolumen S-Max marcará un salto importante que llevará la factoría valenciana a alcanzar su capacidad máxima de 450.000 vehículos en el 2016 y aproximarse en un siguiente paso al récord de 480.000 coches.

El S-Max es el último modelo en el que se ha basado el resurgimiento de la planta, que en el 2012 llegó a un peligroso mínimo de producción de 133.155 vehículos. En ese momento la dirección de Ford dio un golpe de timón y optó por concentrar en Almussafes los modelos que se ensamblaban en la ciudad belga de Genk, cuya planta fue cerrada. La llegada de las nuevas generaciones de los modelos Mondeo, Galaxy y S-Max, junto con la furgoneta Tourneo y el todocamino Kuga, obligó a la compañía a construir una fábrica de 120.000 metros cuadrados dentro del espacio de la vieja factoría.

Las primeras 20 unidades diarias del modelo S-Max salen ya de la cadena de montaje de Valencia e irán incrementándose hasta llegar a 260 coincidiendo con el lanzamiento al mercado del monovolumen en julio. El volumen de producción global aumentará hasta casi 400.000 vehículos este año con el horizonte de llegar  en el 2016 a 450.000, el 100% de la capacidad instalada que solo se podrá ampliar trabajando los fines de semana, algo que sería posible gracias a los acuerdos de flexibilidad con los sindicatos.

INCREMENTO DE PLANTILLA

El cambio de ciclo ha supuesto para la fábrica de Almussafes un incremento de plantilla de 3.600 puestos de trabajo desde el 2012, hasta una cifra de 8.300 empleados que se mantendrá estable a corto plazo, según explicó la dirección de Ford. «La inversión de 2.300 millones es la mayor realizada hasta ahora en la industria en España», indicó un portavoz de la firma en Almussafes. Hace unas semanas, el grupo Volkswagen anunció que invertirá 4.200 millones en las plantas de Seat en Martorell y la de la marca alemana en Pamplona hasta el 2019.

La transformación de Almussafes ha sido de vértigo. «Poco antes de las Navidades del 2014, estaba todo patas arriba y parecía imposible dejar la nueva línea de montaje a punto. Pero fue posible», indicó el portavoz de la dirección de Ford. La rapidez del traslado de modelos de Bélgica a España ha hecho que se haya aumentado la distancia hasta algunos proveedores, con una media de 1.300 kilómetros, al contar con fabricantes de piezas que estaban más próximos a Genk, donde se había planificado inicialmente la producción.

La mejora no se aprecia únicamente en el volumen, sino también en la gama de modelos y el mayor margen por vehículo. La planta ha pasado en unos años de producir los utilitarios Fiesta y Ka a los de gama alta de la marca los que se dedican una media de más de 20 horas de trabajo por unidad, así como la versión de lujo casi artesanal Vignale del Mondeo y el S-Max y la variante híbrida de la berlina.

El valor añadido de Almussafes también se contabiliza en unas exportaciones a Estados Unidos del 55% de las unidades producidas de la furgoneta Tourneo, utilizada como taxi en algunas ciudades de Norteamérica.