nuevos argumentos para la incertidumbre

El FMI alerta de que el envejecimiento de la población y la crisis desestabilizan el Estado del bienestar

RICARDO MIR DE FRANCIA / Washington

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Vivir más años es bueno, pero tiene sus riesgos financieros para los estados y los fondos privados de pensiones. Ante el envejecimiento progresivo de la población, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado este miércoles a los países que recorten las prestaciones futuras, retrasen la edad de jubilación y aumenten las contribuciones a los planes de pensiones para afrontar los costes que suponen. El FMI considera que se vive una media de tres años más de lo que muchos países contabilizan para sus cálculos de tesorería, un desfase que podría aumentar en un 50% los costes de las pensiones en los países avanzados. "Cuanto más se ignore este problema, más difícil resultará resolverlo. Ha llegado el momento de actuar", dijo uno de sus analistas en Washington.

El último reducto de la seguridad del Estado del bienestar, la pensión de jubilación, está en el punto de mira. El último torpedo lo lanza en esta ocasión elFMI con este consejo incendiario. Vincular el aumento de la edad de jubilación automáticamente a la longevidad, recortar las prestaciones públicas futuras y compartir los riesgos con planes privados de pensiones son algunas de esas recomendaciones para controlar el aumento del gasto público debido al envejecimiento de la población. Un consejo inoportuno en plena crisis que aviva todavía más las incertidumbres y la inseguridad que mina la recuperación económica en Europa.

Riesgo subestimado

"El riesgo ligado a la longevidad es un tema que exige más atención y ha sido subestimado (...). Una reforma esencial es permitir que la edad de jubilación aumente a la par que la longevidad esperada", indica el FMI en uno de los capítulos de suInforme sobre Estabilidad Financiera Global. El economista del FMI y coordinador del estudio, Erik Oppers, ha explicado en rueda de prensa que "los países deben elevar la edad de jubilación" por medio de un "proceso dinámico y automático". De este modo, ha asegurado, se eliminaría la "dificultad política" para los gobiernos de negociar la edad de jubilación cada aumento de la esperanza de vida.

Si el promedio de vida aumentara para el 2050 tres años sobre el actual, los costos de envejecimiento aumentarían un 50%, señala el informe, que analiza los riesgos financieros ligados al aumento de la esperanza de vida en el mundo. ElFMI sitúa la suma total de estos costes adicionales "en decenas de billones de dólares". El Fondo advierte de que muchos de los datos con los que trabajan los gobiernos "subestiman" el ritmo de crecimiento actual de la longevidad mundial y se utilizan previsiones anticuadas, por lo que sus cálculos contemplan menos gastos de los reales.

Errores de previsión

"Presentan pequeños errores de previsión que se van sumando con el tiempo hasta convertirse en potencialmente significativos. Esto ya ha ocurrido en el pasado", subrayan los autores del estudio. En el contexto actual de ajuste fiscal en el que están inmersas muchas economías avanzadas, las consecuencias son mucho más severas. "Estos riesgos asociados amenazan con socavar la sostenibilidad fiscal en las próximas décadas, y complican los esfuerzos de consolidación en respuesta a las actuales dificultades fiscales", añaden los economistas del organismo internacional.

Entre las recetas que propone el Fondo, figura, además de la elevación automática de la edad de jubilación, "aumentar las contribuciones a los planes de jubilación, con recortes de las prestaciones futuras". Asimismo, los Estados deben "compartir el riesgo con los organizadores de los planes de pensiones del sector privado y los individuos, y promover el crecimiento de mercados para la transferencia de estos riesgos". El Fondo subraya que este riesgo, al que no se le ha prestado la "atención necesaria", no solo afecta a los gobiernos a través de los sistemas públicos de pensiones y la Seguridad Social, sino que también tiene implicaciones en la economía global mediante las empresas privadas que ofrecen planes de jubilación y las compañías de seguros vitalicios.

Inseguridad financiera

El FMI ha presentado, asimismo, otro de los capítulos de su informe financiero, en el que prevé un incremento de los precios de los activos financieros considerados seguros, como los títulos del Tesoro de EEUU o los bonos alemanes, fruto de la creciente demanda por estos activos y su consiguiente escasez en un clima de extremada inestabilidad financiera.

Según el organismo internacional, para el 2016, de toda la deuda soberana proyectada, un 16% , es decir el equivalente a unos nueve billones de dólares, "podrían dejar de considerarse activos seguros". El director de Asuntos Monetarios del FMI, José Viñals, presentó el informe en rueda de prensa y afirmó que "el precio de la seguridad se incrementará en los próximos años". No obstante, la coordinadora del estudio, Laura Kodres, aseguró que "el proceso de ajuste no es malo, porque los precios previos a la crisis eran demasiado bajos".

Estos informe presentados este miércoles forman parte del estudio financiero completo que se presentará la próxima semana como parte de las previsiones económicas que el FMI divulgará en el marco de sus encuentros de primavera que tendrán lugar del 20 al 22 de abril en Washington.