EL MERCADO LABORAL

El fenómeno del paro sin cualificación se consolida

MERCEDES JANSA / MADRID

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La mitad de los parados, unos 2,7 millones de personas, quedarán fuera del mercado de trabajo cuando la crisis haya acabado definitivamente por falta de cualificación si no se toman decisiones urgentes para reciclar a los parados de larga duración. A esta conclusión ha llegado Comisiones Obreras (CCOO), que en un estudio de su gabinete económico advierte de que la salida de la crisis dejará -a la vista de lo que ya está pasando-, a miles de trabajadores con más horas de trabajo, en condiciones más inestables, con salarios más bajos y menor protección.

Si la previsión del Gobierno sobre creación de empleo se cumple, en el 2018 la tasa de paro será del 15,6% (ahora es del  23,7%), y habrá  20 millones de ocupados (ahora hay 17.807.500). Si también se cumple la previsión de CCOO, la mayoría de los desempleados no saldrá de esa situación y pasará a formar parte de lo que se llama paro estructural, que según el sindicato rondará el 13%, cuando antes de la crisis era del 8%.

La razón se encuentra en el modelo productivo que va a tener España tras la crisis. Si el estallido de la burbuja inmobiliaria ha llevado al paro a muchos trabajadores sin cualificar, la recuperación no les va a devolver a la actividad. El aumento de la oferta de mano de obra barata está presionado a la baja los salarios, al tiempo que la construcción no va a ser de nuevo la locomotora de la economía, entre otras cosas por el estoc de viviendas.

POBREZA

Tantos los análisis de coyuntura, como estudios más complejos, que analizan multitud de indicadores -los últimos, los de la OCDE y la OIT- coinciden en destacar la profunda huella de la crisis en el empleo y en la vida cotidiana de los trabajadores.

El paro estructural y la precariedad conllevan un empeoramiento del nivel de vida que acerca a más personas a la frontera de la pobreza, que está puesta en 8.114 euros al año para una persona que viva sola. Los jóvenes, las mujeres y los autónomos son los más perjudicados por el aumento de la desigualdad.

La peculiaridad de esta situación es que tener un empleo no evita el aumento de la pobreza. Hay 4,4 millones de personas en el mercado laboral que viven en hogares con ingresos inferiores al 60% de la media, sostiene CCOO.  Y el número de hogares en los que no entra ni un euro por trabajo se ha duplicado desde el 2008 y suman 731.000.

La salida de la crisis se está haciendo con trabajo temporal y a tiempo parcial que también está afectando a los mayores de 35 años y con mayor nivel de cualificación.

La reforma laboral del 2012 ha traído una devaluación salarial que, según CCOO,  no solo es un recorte nominal sino una rebaja de la remuneración por el trabajo realizado. Esta se ha cebado en los puestos de trabajo menos cualificados y tanto en el caso de los empleados que acaban de entrar como en los más veteranos. En todo caso, se ha sentido con mayor intensidad en las nuevas contrataciones, lo que ha precarizado aún más las condiciones laborales de los últimos en incorporarse al mercado laboral.

CONTRATACIÓN

Los contratos indefinidos tampoco son muy estables. Carlos Martín, economista que ha coordinado el informe de CCOO, destaca que antes de la crisis se necesitaban 1,2 contratos indefinidos para crear un puesto de trabajo estable, frente a los 1,4 necesarios ahora. CCOO tiene claro que la reforma laboral del 2012 buscaba un «ajuste rápido» de la economía para que la recuperación «se pudiera rentabilizar electoralmente», así como para «devaluar» el factor trabajo y «aumentar la rentabilidad del capital».

Tras la superación del ajuste se ve cómo han quedado las empresas y los trabajadores y estos, asegura el sindicato, no se van a beneficiar ahora de los sacrificios realizados.

Si por el mismo salario (o por menos), en el mejor de los casos, las personas deben trabajar más horas o sacar más carga de trabajo adelante, se produce un aumento de la productividad del que no se beneficia el trabajador.