España, el único país de la UE donde ha crecido el empleo en la Administración

España es el único gran país europeo donde elempleo en la Administración pública ha crecido entre los años 2008 y 2011, lo que se traduce en un 12,3% acumulado, mientras que en el conjunto de la Unión Europea (UE) ha caído un 1,8%, en Francia se ha reducido un 5,8% y en Alemania, un 0,2%.

Según ha informado laCámara de Comercio de Barcelona en un comunicado, incluso laseconomías más endeudadas del sur de Europa, comoItalia, Grecia y Portugal, han reducido la estructura de la Administración pública a raíz de la crisis económica. La Cámara ha señalado la necesidad de reajustar la dimensión de lasadministraciones públicas en España para ganar eficiencia.

Incremento "injustificable"

La institución critica que ni la crisis ni la necesidad obligada de reducir eldéficitha frenado esta tendencia ascendente, ya que, a pesar de que la dimensión de la estructura pública es aún inferior a la de Alemania o Francia, el fuerte incremento del coste de personal "no es justificable si no va acompañado de una mayor productividad".

Al repunte delempleo público desde el 2008, se añade el hecho de que en el periodo 2000-2007, el número deempleados en el conjunto de la Administración pública en España creció un 27%, el incremento más elevado de los Veintisiete miembros de la UE, junto con el de Grecia, pero muy en línea con el aumento registrado en el sector privado.

Más de 1,4 millones de empleados públicos

Así, en la última década, el número de empleados en el sector público español ha aumentado en cifras absolutas en cerca de 460.000 personas, pasando de 966.000 en el año 2000 a 1.425.750 en el 2011. De estos, 156.000 puestos de trabajo se han creado a partir del 2008.

Asimismo, el coste que representa el empleo público ha registrado un incremento nominal del 68,5% en los últimos diez años, pasando de los 1.600 euros por habitante en el año 2000 a 2.700 euros en el 2010, con una diferencia positiva de más de 320 euros en relación al coste que sufraga un alemán.

Descontando la evolución de la inflación, la variación real del coste por habitante en España ha sido del 35%, mientras que en los Veintisiete el repunte ha quedado por debajo del 13%, y en Alemania ha sido negativa en línea con la moderación de los salarios reales del sector privado.