BARCELONA GAMES WORLD

'Pac-man': el juego que se comió el mundo

Entrevista a Toru Iwatani, creador de Pac-man (comecocos)

Toru Iwatani, creador del videojuego Pac-man (comecocos).

Toru Iwatani, creador del videojuego Pac-man (comecocos). / periodico

Josep M. Berengueras / Barcelona

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Si hay un juego intergeneracional, que se identifique como el origen de los videojuegos, ese es Pac-man, más conocido en España como Comecocos. Lanzado en 1980, llegó a obtener el récord Guiness por ser el videojuego arcade con más máquinas en todo el mundo (casi 300.000). Su creador, Toru Iwatani, visita la Barcelona Games World.

«Hace 37 años, si ibas a una sala de recreativas en Japón, todo eran hombres, era bastante desolador. En mi empresa, Namco, pensaron que tenían que crear un juego con el que las chicas se sintiesen cómodas, no todo eran juegos de lucha. Empezamos a pensar conceptos más cercanos al público femenino, y salió la idea de la gastronomía. Así fue como empezó a crearse Pac-man», explica Iwatani a este diario. La forma del protagonista también tuvo relación con la gastronomía: «Estábamos analizando ideas... Y un día pedimos pizza para comer en la oficina. Al quitar la primera porción, miré la pizza y pensé que esa imagen iba como anillo al dedo a lo que buscábamos. Así surgió la imagen de Pac-man», comenta.

El éxito del juego fue casi instantáneo en Japón, pero en aquella época los lanzamientos fuera del país eran más lentos. Poco a poco fue llegando a EEUU, a Europa, y se convirtió en todo un éxito. Eso sí, antes, sufrió un pequeño cambio de nombre: la transcripción del título japonés era Puck-man, y la primera palabra era demasiado similar a otra malsonante en inglés.

Iwatani siguió desarrollando videojuegos durante 30 años, pero ninguno cosechó tanto éxito como Pac-man. En época de éxito de lo retro, como la Super Nintendo Mini, el creador bromea con que le gustaría ver una máquina «Iwatani Special» con sus mejores juegos. Se retiró del diseño de videojuegos hace una década, y ahora es profesor en la Universidad Politécnica de Tokio. ¿Qué dice a sus alumnos? «Primero, que no se dediquen solo a jugar a videojuegos, sino que tengan otras experiencias, pues luego las podrán aplicar a los juegos. Segundo, que no aspiren a hacer un juego que solo les guste a ellos, sino que piensen en quién va a jugarlo».