Empuriabrava se reinventa

Empuriabrava, la urbanización residencial con 23 kilómetros de canales con agua de mar en el municipio de Castelló d’Empúries, cumplirá 50 años el próximo 26 de junio. Y el ayuntamiento, junto con el Patronat de Turisme Costa Brava Girona, ha querido aprovechar esta efemérides para revitalizar y darle nuevos usos a la que está considerada como la mayor marina residencial de Europa.

«Queremos que se conozca más, que acuda también más gente de zonas próximas y convertirnos en un referente del turismo náutico, tanto en su faceta deportiva como en la familiar», ha resumido el alcalde de Castelló d’Empúries, Salvi Güell. Una de las medidas para lograrlo es la organización de un extenso programa de actos entre este mes y noviembre con los que se quiere fomentar el conocimiento de «lo que singulariza» a esta marina residencial: desde una exposición sobre la evolución de la urbanización en este medio siglo de vida, hasta actividades en los canales navegables, pasando por fiestas que hagan evidente la convivencia de muchas nacionalidades en la marina, pasando por la ineludible referencia a los deportes náuticos.

En este último punto Empuriabrava también destaca por sus actividades deportivas relacionadas con el aire, como el centro de paracaidismo y el Túnel del Vent. 

Otra de las apuestas para este cambio de imagen de Empuriabrava será vincularla y abrirla mucho más al parque natural del Aiguamolls de l’Empordà. Como reconocen los responsable locales de Castelló d’Empúries, «aunque en un principio los dos espacios se daban la espalda, poco a poco se han ido encontrando». Hasta el punto que, según explica el alcalde Güell, uno de los objetivos de futuro es «convertir Empuriabrava en un verdadero corredor biológico» integrado plenamente en el parque natural. De hecho, hace ya un tiempo que se han introducido en los canales especies autóctonas del parque y está funcionando.

Para situar la dimensión de la marina residencial vale la pena refrescar algunos datos: su actividad de puerto dispone de 5.000 amarradores, con 23 kilómetros de canales navegables, un parque inmobiliario de 14.000 viviendas formado por casas unifamiliares, pisos de uso familiar y apartamentos turísticos. No hay ningún hotel, pero el ayuntamiento ha modificado el plan urbanístico «para que sea posible construir alguno en la zona», pese a que hasta el momento ningún inversor se ha interesado por este tema. La actividad turística actual consigue que en verano la población de la urbanización alcance las 75.000 personas.

Durante estos 50 años, la marina ha ido cambiando de usos. Si las primeras ventas de terrenos se las adjudicaron mayoritariamente alemanes, actualmente el colectivo extranjero mayoritario es el francés. Además muchos propietarios han convertido la casa en su primera residencia, y ya hay más de 7.000 empadronados en Castelló d’Empúries. 

Para mejorar la zona, el ayuntamiento está negociando con la Generalitat y la empresa que gestiona los canales para que le cedan las competencias de mantenimiento, limpieza y vigilancia de esta infraestructura. La intención es conseguirlo este año. Sería un buen colofón para la celebración del medio siglo de vida de Empuriabrava.