'Calçotades' en las redes sociales

Es sabido que en momentos de crisis se agudiza el ingenio. Una de las habituales conversaciones entre amigos que se daban en el 2008, en plena crisis, terminó en un proyecto empresarial que el año pasado vendió por internet más de medio millón de 'calçots' y facturó 120.000 euros. Entre Òscar Pascual y Albert González idearon Calsots.com, una empresa familiar con sede en El Vendrell (Baix Penedès), que empezó a funcionar en el 2009 y que no para de crecer.

"Lo comentamos, nos reímos y lo olvidamos, pero al cabo de poco tiempo recuperamos la idea", recuerda Pascual. Compraron un dominio de internet y gastaron 35 euros en un logotipo: un 'calçot' con una sonrisa y las manos alzadas en un acto de júbilo. "Ha sido una de nuestras mejores inversiones", admite ahora Pascual, que al principio se oponía a la iniciativa de su mujer, Isabel Vega. "Nos lanzamos sin plan de negocio y nuestro primer cliente surgió antes incluso de que tuviéramos el sistema de cobro con tarjeta de crédito", explica. Era un pedido que les llegó del Pirineo de Huesca y que a punto estuvo de fracasar porque una nevada dificultó la entrega.

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CLIENTES DE MADRID

En la actualidad, la empresa está vendiendo y distribuyendo calçots a toda España y numerosos países europeos, donde los catalanes residentes suelen ser los clientes. "A mi me gusta decir que vendemos 'calçotades' y no solo 'calçots", precisa Pascual para valorar el concepto por el encima del producto. En Valencia, Madrid y Alicante, por este orden, es donde concentran más clientes. "Es lógico que la mayoría de los pedidos sean de fuera de Catalunya porque aquí se pueden encontrar 'calçots' en cualquier parte y fuera de Catalunya es casi imposible”, justifica Pascual, que se encarga de la parte informática de la empresa, "pero la gran jefa", aclara, es Vega.

La logística es clave, destacan. Las cebollas se recogen por la mañana y por la tarde salen del almacén de El Vendrell, de forma que a partir de las 8 de la mañana del día siguiente se empiezan a repartir en el lugar de destino. En la cesta de la compra que ofrece la página web se puede comprar solo cebollas (a 8,80 euros el manojo de 50) y packs para cinco o 10 personas que incluyen las cebollas, la salsa de romesco, el babero y el sarmiento para el fuego. Llaman al cliente para decirle que su pedido ha salido y confirman que llega en el tiempo establecido.

'CALÇOTADA' DE CINE

Solo venden cebolletas de la indicación geográfica protegida (IGP) de Valls. "Lo defendemos a muerte porque su calidad es excepcional y la única arma que tenemos para competir con los que se cultivan en otros lugares", destacan de las cebollas y de la salsa de romesco que compran a un productor artesano de Figuerola del Camp (Alt Camp). La fama que han cultivado en los últimos años es la que probablemente llamó la atención de los productores de ‘8 apellidos catalanes’ para proporcionar 1.400 cebollas y el material de la 'calçotada' que aparece en la película. "El problema es que el rodaje se hacía en mayo y en esa época no hay 'calçots', pero se nos ocurrió congelarlos", revela Pascual.