El elemento común en todo automóvil

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La empresa japonesa Nifco ha convertido su planta de Terrassa en uno de los pilares del grupo, centrado en la fabricación de componentes plásticos para el sector de la automoción. La firma ha ampliado el centro vallesano con un objetivo ambicioso que pasa por llegar a una facturación de 50 millones de euros en el 2020.

La planta forma parte del grupo que nació en 1967 en Japón, y que se afincó en la cocapital vallesana en el 2001. Los planes pasaban por dedicarse al sector de la electrónica pero el momento era difícil. "Fue cuando empresas como Samsung o Sony empezaron a cerrar sus fábricas", explica Mario den Braber, director general de Nifco en España.

Luego llegó la crisis y la facturación fue, en el 2010, inferior a los 10 millones de euros. Pero los planes siguieron adelante con el fin de adentrarse en el sector del automóvil. 

INTENSIFICAR LA EXPORTACIÓN

Gracias a ese esfuerzo, la empresa ha conseguido mejorar las cifras y prevé una facturación para este año de 26 millones de euros y calcula finalizar el 2016 con 210 empleados, lejos de los 80 que había en el 2010. "Intensificamos la exportación al resto de Europa y del mundo, sin depender de una marca de automóviles en concreto, lo que nos ha permitido una recuperación bastante rápida", explica Albert López, director de Logística e Informática. De este modo, la actividad fuera de España supone entre un 60% y un 70% del total de la planta vallesana.

Esto ha sido posible gracias a la singularidad del producto, componentes de plástico que se han convertido en un 99% de la facturación total del centro egarense. De entre los productos que fabrican (piezas intermedias de las puertas laterales de los coches o partes de los retrovisores...) la estrella son las manetas de sujeción situadas en los techos de los coches, de las que fabrican unos 10 millones cada año. "En Europa se fabrican unos 75 millones, por lo que copamos un 15% del mercado", destaca López.

La firma trabaja con una previsión de dos años vista con las compañías automovilísticas en los modelos que las empresas han diseñado para entonces. Para ello, ampliará la planta, incorporará trece nuevas máquinas y creará una nueva sección para mejorar la atención al cliente.

Nifco apuesta por el empleo con un programa de formación ocupacional en colaboración con el Ayuntamiento. "A pesar de que invertir en robótica pueda parecer que sustituimos personas, lo que nos interesa es contratar personal con alto valor añadido para diseñar procesos que nos hagan más eficientes y seguir siendo competitivos en el mercado europeo", explica Den Braber.