La economía colaborativa revoluciona las industrias tradicionales

La economía colaborativa surgió hace apenas ocho años, pero en este breve periodo de tiempo está cambiando las reglas del juego de las industrias tradicionales. Negocios como Airbnb o Uber son usados por decenas de miles de ciudadanos todos los días, aunque causan recelo casi en proporción. Los expertos del suplemento +Valor, que ofrecerá mañana EL PERIÓDICO, analizan la explosión de esta tendencia, las razones de su éxito y los retos del futuro. Y en la mayoría de firmas, un sentimiento común: la economía colaborativa ha llegado para quedarse.

"El cierre de Uber en España a finales de diciembre no cierra nada, simplemente confirma que habrá países y sectores con diferentes velocidades", destaca por ejemplo el profesor de Esade Gerard Costa. El profesor de la UPF Albert Banal-Estañol agrega que ese caso "ha puesto también en evidencia la existencia de sectores injustamente regulados".

La regulación se hace indispensable -pues su modelo es nuevo-, pero mientras países como Corea del Sur potencian la economía colaborativa, otros como España prohiben algunas prácticas. Los Gobiernos deberán elegir qué regulación crear y aplicar, dicen los analistas. Pero el profesor de la UOC Joan Torrent-Sellens recuerda:"La economía es cada vez más diferente y lo seguimos queriendo interpretar todo con los esquemas tradicionales". Además, concluyen los expertos, no hay que olvidar que en este modelo es el ciudadano el que está en el centro, no el negocio.