Draghi inaugura la compra de activos y anuncia más medidas

El Banco Central Europeo (BCE) abrió ayer su ventanilla para empezar a comprar valores respaldados por activos (titulizaciones) a las entidades financieras, dando así un paso más en las medidas no convencionales de política monetaria anunciadas en julio.

En septiembre el BCE bajó el precio oficial del dinero al 0,05%. También en ese mes inyectó 82.600 millones en la banca europea al 0,25% condicionado a la concesión de nuevos préstamos y el 11 de diciembre podría elevar esta cifra hasta los cerca de 400.000 millones si existe demanda por parte de las entidades. En octubre inició la compra de bonos garantizados (cédulas). Y a partir de ayer abrió la compra de valores respaldados por activos.

EL CÉLEBRE 'LO QUE SEA NECESARIO'

«Haremos lo que debamos para incrementar la inflación y las expectativas de inflación lo más rápido posible, como requiere nuestro mandato de estabilidad de precios», dijo ayer el presidente del BCE, Mario Draghi, en Fráncfort donde participó en el Congreso Europeo de Banca.

«Si nuestra política monetaria no es suficientemente efectiva en su trayectoria actual o si se materializan más riesgos para las perspectivas de inflación, aumentaremos la presión y ampliaremos más los canales a través de los que intervenimos, modificando adecuadamente el tamaño, ritmo y composición de nuestras compras», añadió.

Estas frases de Draghi fueron interpretadas ayer por los mercados financieros como una renovación del célebre «lo que sea necesario» (whatever it takes) pronunciado por Draghi en julio del 2012 taponando en ello la crisis de la deuda europea.

Analistas interpretaron las frases de ayer de Draghi como una mayor determinación del BCE de emprender la compra de deuda soberana si la situación económica no mejora. «Una recuperación más fuerte es improbable en los próximos meses», admitió Draghi.

En las antípodas del planeta, el Banco Central de China también dio muestras de estar dispuesto hacer 'whatever it takes' por evitar que su economía cierre el 2014 como el peor ejercicio de último cuarto de siglo. De forma sorpresiva, China bajó el precio oficial del dinero un 40 puntos básicos, hasta el 5,6%.

El mensaje de determinación de los bancos centrales de apoyar el crecimiento mundial caló en los mercados. La bolsa española se disparó el 3,05%, su mayor subida desde julio del 2013. El bono español a diez años marcó un mínimo histórico del 2,006% y la prima de riesgo española se situó en 124 putnos básicos. En la zona euro, la moneda única se depreció hasta los 1,24 dólares, y las ganancias de las bolsas oscilaron entre el 2,62% de Francfort y el 3,88% de Milán. El barril de petróleo Brent repuntó hasta el entorno de los 80 dólares.

Los ministros españoles y francés de Finanzas, Luis de Guindos y Michel Sapin, valoraron la determinación del BCE para tomar medidas para reactivar la inflación.