HISTORIAS MÍNIMAS

En dos horas, en casa

Paack permite que las compras en internet lleguen al cliente el mismo día de realizarlas

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MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA

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Paack es una empresa joven, muy joven. Nació hace siete meses, en un marco de actividad con pocos precedentes, y sus impulsores apenas rondan los 30. El concepto de este negocio pertenece a la era de internet y las compras on line. Y es sencillo de entender: se trata de que cualquier compra realizada a través de una plataforma electrónica llegue a casa en dos horas o en el mismo día en una franja de tiempo convenida. «Puedo pedir una pizza, que tarda 35 minutos en llegar a casa, y un jersey tarda tres días. No es lógico. Hay una ineficienca que se puede corregir», explica Fernando Benito, uno de los socios fundadores de esta empresa. La idea es básica. Lo difícil es aplicarla.

«La propia capilaridad de las tiendas de los retailers -distribuidores minoristas- nos permite tener una red de centros de distribución. En vez de tener un solo almacén, nosotros utilizamos todas las tiendas», agrega. Segundo elemento a considerar: «Uno de los grandes problemas de las entregas de ecommerce es que es una actividad estacional, por lo que es difícil dimensionar la flota de reparto. Nosotros hemos creado una flota 100% variable y 100% dimensionable. Y eso es una revolución, aunque es relativamente sencillo», agrega. En síntesis: no tienen almacenes. No tienen vehículos. Prescinden de una estructura de costes fija para pasar a una variable. «Tenemos acuerdos con compañías de motoristas y les pagamos una comisión. Asignamos un único paquete por vehículo. Eso va contra la lógica de todos los couriers, por los costes. Nosotros ponemos un único pedido por vehículo. Esto nos permite ser los más rápidos -solución de dos horas- o los más flexibles -cuando el cliente quiera-», cuenta Víctor Obradors, otro de los socios.

Saltarse los pasos que otros no pueden para evitar las ineficiencias es una cuestión tecnológica: la plataforma que permite conectar al distribuidor con el transportista y a estos con el cliente. Esa plataforma es la esencia del proyecto, que pese a ser enteramente catalán se ha gestado en Dubái. Paack es una iniciativa de Benito, máster por Esade y exejeuctivo de una empresa turística; Obradors, abogado y economista, y Xavier Rosales, ingeniero de telecomunicaciones y director de una firma industrial.

«Amigos desde niños, los tres teníamos trabajo y carreras encauzadas», explica Obradors. Pero tuvieron la oportunidad de acudir a un pitch -presentación de proyectos innovadores para desarrollar start ups- de un programa de aceleración en los Emiratos Árabes, en Dubái. «Analizamos cuál de todos los proyectos en los que habíamos pensado en nuestros ratos libres encajaba mejor, y presentamos Paack», cuenta Obradors.

No tuvieron mucho tiempo para prepararlo, pero se presentaron al concurso de la aceleradora Turn8. Detrás está DPWorld (Dubai Ports World), uno de los operadores logísticos más importantes del mundo. Gestiona el Puerto de Dubái y otros 90 puertos más. Se presentaron al igual que otras 1.000 aplicaciones, tanto on line como físicas, al pitch de Barcelona y fueron seleccionados para participar en una ronda similar en Dubái. De 1.000 proyectos quedaron ocho; uno era Paack.

Esto fue el 20 de enero del 2015. El 15 de febrero empezó el programa de aceleración, y consiguieron una financiación de 30.000 euros. Benito decidió dedicarse en exclusiva y se trasladó a Dubái. Los otros dos socios lo siguieron a tiempo parcial. En Dubái tuvieron a su servicio un equipo de programadores para desarrollar la plataforma tecnológica y el jefe de programación se incorporó al proyecto como accionista, así como la aceleradora.

Paack ya ha dado sus primeros pasos en el mercado. Tiene un acuerdo de distribución con L'Oreal y negocian con distribuidores de moda, electrodomésticos y alimentación. En el otro lado cuenta con una flota de 180 motoristas entre Madrid y Barcelona, primeras ciudades en las que opera. El plan de ingresos implica cobrar unos seis euros por paquete, y pagar una comisión por la entrega. La facturación neta sería la diferencia (unos tres euros). Con ese esquema, el primer año de funcionamiento podría alcanzar el millón de euros de facturación. El plan es crecer rápido y llegar a toda España y a otros países.