NEGOCIACIÓN

EEUU y otros 11 países del Pacífico firman el mayor acuerdo comercial de la historia

El TPP, como el TTIP, eliminará aranceles y armonizará la legislación en numerosos ámbitos económicos, y ha despertado protestas

El presidente de EEUU, Barack Obama, se dirige a la Asamblea General de la ONU.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se dirige a la Asamblea General de la ONU. / jm/pr

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un total de 12 naciones del Pacífico, incluidas Estados Unidos, Japón, Australia y Chile, han cerrado este lunes un acuerdo de libre comercio para estrechar sus lazos económicos. Después de más de cinco años de negociaciones, el acuerdo servirá para reducir aranceles y establecer reglas comunes en materias como el medioambiente, las patentes farmacéuticas, la navegación por Internet o el comercio electrónico.

En las últimas horas, el acuerdo se había demorado por unos desacuerdos sobre el mercado lácteo. A partir de ahora, el texto deberá someterse al Congreso estadounidense, lo que podría ser un proceso complicado debido a la oposición que despierta en algunos sectores. 

Descrito como el mayor pacto comercial de la historia, su impacto será enorme, ya que los doce Estados signatarios representan el 40% del PIB (producto interior bruto) mundial. Y podría afectar a un sinfín de ámbitos: desde el precio de los medicamentos hasta los estándares laborales. A partir de ahora, Washington podrá dedicarse exclusivamente a cerrar el otro acuerdo que negocia desde hace años con la Unión Europea, el acuerdo transatlántico de comercio, o TTIP.

Desde un punto de vista geopolítico, el Acuerdo Transpacífico (TPP, de sus siglas en inglés) es una victoria importante para el presidente Barack Obama que, como ya hizo Bill Clinton en su día, ha hecho del libre comercio una de las puntas de lanza de su política exterior. El TPP le servirá para restar influencia a China en la región e incrementar como pretendía la presencia estadounidense en el Pacífico. "Cuando más del 95% de nuestros clientes potenciales viven fuera de nuestras fronteras, no podemos dejar que países como China escriban las reglas de la economía global", ha dicho la Casa Blanca en un comunicado para saludar el pacto firmado este lunes en Atlanta. El resto de países participantes son Canadá, México, Vietnam, Malasia, Brunei, Singapur, Perú y Nueva Zelanda.

NEGOCIACIÓN A PUERTA CERRADA

El TTP se ha negociado a puerta cerrada, lo que ha despertado protestas desde la sociedad civil. Sus detractores en EEUU, entre los que se incluyen candidatos demócratas y republicanos a la presidencia, temen que acabe destruyendo empleo antes las dificultades que tendrán las empresas estadounidenses para competir con los salarios o las laxas normas laborales que imperan en algunos de los países signatarios. La Administración de Obama se ha defendido argumentando que todos los firmantes del acuerdo se han comprometido a respectar los principios de la Organización Internacional del Trabajo, desde el salario mínimo y la negociación colectiva a las salvaguardas contra la explotación laboral. También sostiene que impondrá estrictas normas de protección medioambiental.

Uno de los puntos más controvertidos afectaba a las patentes farmacéuticas. Las grandes empresas del sector, con el apoyo estadounidense, han querido mantener su monopolio sobre los fármacos biológicos y tratamientos como los del cáncer. Querían una protección mínima para sus fórmulas de 12 años, mientras países como Australia y Nueva Zelanda exigían no más de cinco. De acuerdo con el New York Times, se ha alcanzado un compromiso intermedio que protegerá los datos entre cinco y ocho años.