La devaluación del yen abarata los viajes a Japón hasta niveles de Caribe

Los viajes a Japón se abaratan. La gestión emprendida por el Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, que devalúa el yen mediante una política económica expansiva, ha conseguido un efecto colateral en los mercados internacionales de turismo para este verano. Viajar a Tokio supone por primera vez un coste equivalente en la actualidad a un paquete vacacional en el Caribe. El viaje a Japón, tradicionalmente englobado en el segmento de los paquetes turísticos de lujo, es algo más asequible. Es un dato objetivo, aunque la crisis que sufre Europa y España en particular hace que ese atractivo sea menor que en años anteriores. El caso es que las últimas ofertas sitúan el precio de una semana en Tokio en torno a los 800 euros, barrera psicológica similar a la aplicada en los viajes más baratos al Caribe, por ejemplo (aunque en esta zona el régimen de alojamiento suele ser de todo incluido).

La razón de este ajuste de precios hay que buscarla en la paridad del yen con el euro y el dólar. La caída de la divisa japonesa ha llegado al 40% en un año, algo que explica parcialmente el precio final de esos viajes al país nipón. Paralelamente, el nivel de precios en Japón se ha mantenido estable con respecto a años anteriores (con una inflación por debajo del 1%), por lo que la estancia también se ha abaratado considerablemente (especialmente en términos de costes de restaurante, por ejemplo). 

La oferta de viajes internacionales para este año también muestra otros destinos que han recortado los precios, aunque en general esta rebaja de los costes iniciales de los paquetes turísticos responde más bien al riesgo-país asociado. Así, conocer el incomparable Egipto hace años que no era tan asequible. Precios a partir de 400-500 euros ya permiten una visita del país con crucero fluvial y visita al mar Rojo incluida. Un recorte de al menos el 20% con respecto a años anteriores. En esa rebaja influye una caída de la demanda internacional y el temor a las revueltas islamistas. Quizá algo parecido pasa con Jordania. Los viajes organizados, con visitas a la atractiva Petra, han bajado de precio hasta situarse por debajo de los 1.000 euros (hasta por 800), aunque en años pasados eso precios no se situaban muy por encima de esos niveles.

Otro destino interesante es Tailandia, cuyos precios han bajado en torno al 20% con respecto al pasado año. Algunos expertos achacan el recorte a la situación interna del país (demanda de paquetes turísticos internacional), la inestabilidad prevista del tiempo en julio y agosto. Prece haber influido especialmente la evolución de la moneda local,  que se ha devaluado en torno a un 20% en dos meses. 

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