APRESTO DOMINICAL

La demografía siempre avisa

Coincidiendo con la presentación del libro de César Molinas sobre el futuro del empleo, aparecen los mejores estudios demográficos sobre el riesgo de colapso de las cuentas públicas españolas a partir del 2025 por la caída irreversible de la fecundidad

Los datos sobre la baja fecundidad española amenazan el futuro del Estado del bienestar a partir del 2025

Tres generaciones de ciudadanos a la espera de cruzar una acera.

Tres generaciones de ciudadanos a la espera de cruzar una acera. / periodico

JOSEP-MARIA URETA / BARCELONA

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¿Qué tienen en común un historiador, un matemático y una demógrafa? Que los tres llegan a las mismas conclusiones desde sus respectivos campos de investigación.

En diversos encuentros privados con empresarios, directivos y académicos, el 'vicepresident' de la Generalitat, Oriol  Junqueras (profesor de Historia económica), explica que en su nuevo cargo, tan pendiente de la financiación y la deuda, ha vuelto a descubrir la importancia de la pirámide de población para entender, por ejemplo, que las finanzas globales traten mejor, o sea, tipo de interés más bajo, a la emisiones del Tesoro de EEUU que a las del Banco Central Europeo. La razón es la demografía, es decir, la composición de la sociedad que se analiza por edades y sexo. La norteamericana, con las salvedades que se quiera, no ha desplazado en exceso la media de edad.

En la UE, da igual que se considere la que comparte el euro, la ampliada añadiendo su nivel de bienestar (Gran Bretaña, Suecia, Dinamarca) o la total de los 28, porque el dato que genera más desconfianza es el envejecimiento global de su población. Y con emisiones de deuda a más de 30 años de restitución y cancelación, el cálculo es fácil: cada vez habrá menos contribuyentes dispuestos o capaces de afrontar las deudas públicas y privadas contraídas los últimos años.

¿Puede paliarlo la política? Difícilmente, si se atiende al segundo factor de advertencia, las matemáticas. Por concreción, el libro presentado esta semana del matemático y exasesor de grandes bancos de inversión de la City de Londres César Molinas. En su texto -ya conocido en buena parte-, Molinas y la coautora Pilar García Perea ('Poner fin al desempleo, ¿queremos?, ¿podemos?', ediciones Deusto) proponen en uno de los capítulos que se recupere  la importancia de la evolución de la población como dato básico para diseñar políticas de crecimiento. Pese a los negacionistas que aún persisten en el ruedo español de opiniones sin fundamento, la obra de Molinas/García Perea aporta las razones más sólidas de por qué es tan difícil crear empleo en España. Que las familias hayan decidido no tener hijos o como mucho dos, además de que se despreocupen de su formación, está muy ligado a las altas tasas de desempleo. Un mal modelo económico español desde el siglo XIX se arrastra hasta nuestros días.

La tercera pieza la aporta la nueva publicación académica 'Perspectives Demogràfiques', emanada del Centre d’Estudis Demogràfics (CED), impulsado por  la pionera, admirada y resuelta demógrafa Anna Cabré. Su primer número promete desde el título: 'La infecunditat a Espanya, tic-tac, tic-tac, tic-tac'. Anuncian una catástrofe económica para el 2025. No es profecía, es simple cálculo con datos elementales de población, edad y sexo. “Dentro de 10 años -una nimiedad en demografía- las mujeres nacidas en 1975 superaran los 50 años de edad y serán las más infecundas de todas las mujeres nacidas en España desde finales del siglo XIX”. Infecundas quiere decir que no han tenido hijos y difícilmente los tendrán, dejando aparte los avances científicos, en los próximos años.

Al contrario de Molinas, que abunda en los argumentos académicos de todas partes en sostén de sus tesis de regeneración política española, los del CED reducen a cinco las razones para explicar la baja tasa de fecundidad (ojo, no confundir con el anglicismo 'fertilidad'), reducibles a dos: porque las mujeres o no pueden o no quieren. Cruzadas ambas por la edad y circunstancias económicas familiares o profesionales, los tres autores del trabajo (Albert Esteve, Daniel Devolder y Andreu Domingo) son demoledores en las conclusiones. A las mujeres españolas les gustaría tener hijos y más de uno si el entorno económico público y privado lo facilitara. Traducción: solo una sociedad y un gobierno machista explica la anomalía de la baja tasa de fecundidad española. Lo dicen las hermanas historia, matemáticas y demografía.