CONSECUENCIAS DE UN ESCÁNDALO FINANCIERO

El juez impone a Rato y Blesa una fianza civil de 19 millones

Blesa llega a la Audiencia Nacional.

Blesa llega a la Audiencia Nacional. / JOSÉ LUIS ROCA

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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Los expresidentes de Caja Madrid Rodrigo Rato y Miguel Blesa tendrán que hacer frente a una fianza por responsabilidad civil de 19 millones de euros por los gastos y las posibles sanciones ocasionados por las tarjetas opacas de la entidad. Después de declarar como imputados, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu les ha informado de que impone una fianza civil de 16 millones a Blesa y otros tres a Rato, que tendrán que satisfacer en tres días hábiles. El juez ha tenido en cuenta la petición de la Fiscalía Anticorrupción de 15,5 millones de euros, el importe que cargaron a las tarjetas opacas los beneficiarios de las mismas, así como las posibles sanciones derivadas. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha adherido a la petición de la fiscalía, según fuentes jurídicas. 

Tanto Rato como Blesa han basado su defensa ante el juez en que creían que los fondos gastados con las tarjetas formaban parte de sus retribuciones por las que Caja Madrid declaraba a Hacienda. Blesa, que está imputado por haber gastado 436.700 euros entre el 2003 y el 2009 con una tarjeta opaca de Caja Madrid, ha llegado una hora antes del incio previsto para su declaración. Después de Blesa, lo ha hecho Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector general, y cerró el turno Rodrigo Rato, expresidente de Bankia. A las puertas de la Audiencia, se han concentrado varios manifestantes.

Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector general, ha podido marchar del tribunal tras su declaración, pero no Blesa, al que el juez ha hecho quedarse a la espera de que acabe de declarar Rato. Los exbanqueros han sido convocados por el juez tras descubrirse que han hecho uso de unas tarjetas de crédito con las que han gastado entre los tres más de un millón de euros entre el 2003 y el 2012. El exdirector general ha sido el que más uso ha realizado de su tarjeta opaca (484.192 euros) de los que sacó de cajeros automáticos 173.577.

Este imputado ha reintegrado el dinero que gastó durante su etapa en Caja Madrid en el juzgado. En un escrito, explica que el uso de esta tarjeta era legal y que era un complemento de su salario. Además, niega que él fuera el encargado de gestionar estas tarjetas como sostiene un informe de Bankia. También revela que ha vendido parte de su patrimonio para afrontar esta devolución que se suma a los 90.879 que restituyó el pasado mes de julio a requerimiento de la entidad intervenida.

Por su parte, Blesa gastó 436.700 euros de los que sacó en efectivo 85.950 euros y abonó en compras 53.318 euros y 6.198 en hoteles. De momento, este imputado no ha devuelto un euro y Barcoj le acusa de ser el responsable de este sistema.

Rato, durante los dos años que dirigió Bankia, se gastó 99.054 euros que devolvió a la entidad el pasado 3 de julio mediante una transferencia con cargo al Banco Sabadell. Con esta tarjeta sacó 16.000 euros de cajeros automáticos y pagó su ultima comida como presidente de la entidad el mismo día, el 7 de mayo del 2012, cuando abandonó el cargo.

INFORMES PARA EL JUEZ

El juez está a la espera de que le llegue un informe del Banco de España sobre los otros 86 consejeros que usaron este medio de pago antes de decidir si les llama a declarar como imputados. Un informe del FROB sostiene que estos consejeros no han cometido ningún de delito por usar estas tarjetas, pero sugería al juez que llamara a Blesa, Barcoj y Rato por si habían incurrido en una administración desleal por haber autorizado y permitido el uso de estas tarjetas.

Los consejeros que usaron este medio de pago llegaron a gastar 15,5 millones de euros entre el 2003 y el 2012. Su compras fueron de lo más variado. Desde los mejores restaurantes, joyerías, taxis, gasolinas, peajes de autopistas, centros comerciales hasta vinos, armerías, puros y apuestas. Una vida de lujo en la que no se privaron de nada. Y que en muchos casos les ha supuesto abandonar sus actuales cargos como ha pasado con Rato, Elena Gil, que ha abandonado su puesto en Jazztel, o en el caso de los políticos su expulsión del partido como ha ocurrido con los militantes del PSOE.