ESCÁNDALO DE EVASIÓN FISCAL

La cúpula del HSBC entona el mea culpa

El presidente de la entidad bancaria comparecen ante la comisión del Tesoro del Parlamento británico

Douglas Flint y Stuart Gulliver, presidente y director general del HSBC, respectivamente, comparecen ante el Parlamento británico, el 25 de febrero.

Douglas Flint y Stuart Gulliver, presidente y director general del HSBC, respectivamente, comparecen ante el Parlamento británico, el 25 de febrero. / REUTERS

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Los directivos del HSBC entonaron ayer el mea culpa y pidieron perdón por las prácticas "inaceptables" de su filial en Suiza sumida en un gigantesco escándalo desde hace semanas. El presidente de la mayor entidad bancaria de Europa, Douglas Flint, y su director general, Stuart Gulliver, comparecieron ante la comisión del Tesoro del Parlamento británico para responder sobre la ayuda prestada por el banco a sus clientes más importantes, para escapar al pago de impuestos en sus respectivos países.

"Quiero excusarme en mi nombre y en el de Douglas por los acontecimientos inaceptables que han tenido lugar en nuestra banca privada en Suiza a mediados de los años 2000", declaró Gulliver al inicio de la sesión. "Son las excusas que querríamos presentar también a nuestros clientes, accionistas y al público en general. Ha sido claramente inaceptable y ha ensombrecido la reputación del HSBC", añadió. "Soy el responsable de hacer limpieza. He hecho ya cambios sustanciales".

DOS HORAS DE INTERROGATORIO

A lo largo del interrogatorio, que duró dos horas, Gulliver, envuelto personalmente en el escándalo, volvió a explicar que no buscó "ventajas fiscales" con la cuenta en Suiza, que abrió en el año 1998 y en la que  cobraba su salario, a través de una empresa panameña. Es algo, reconoció, que el "publicó puede encontrar extraño", pero el propósito, insistió, era preservar la confidencialidad de su salario, de la curiosidad de sus colegas. "¿Cree que tiene autoridad moral para ser quien se encargue de renovar HSBC?", le preguntó uno de los miembros del comité.

La banca británica sido acusada de haber  facilitado la evasión fiscal y haber lavado  dinero de 106.000 clientes por un valor aproximado de 180.000 millones de euros. "Es una lista terrible", reconoció Flint. El presidente explicó que la entidad se halla a mitad de camino de su transformación y el objetivo es simplificar los servicios y aumentar el control central. "Sinceramente espero que no aparezcan más esqueletos" afirmó.