ENTREVISTA

«El crédito fallido de la banca italiana es de 87.000 millones»

La patronal bancaria respalda las ayudas de Estado para rescatar a las entiddes con problemas

Giovanni Sabatini, director general de la Asociación Bancaria italiana.

Giovanni Sabatini, director general de la Asociación Bancaria italiana.

IRENE SAVIO / ROMA

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El banquero Giovanni Sabatini (Roma, 1959) es director general de la Asociación Bancaria Italiana (ABI) y presidente del comité ejecutivo de la patronal bancaria europea (EBF, por sus siglas en inglés). Recibe a EL PERIÓDICO en pleno torbellino por la crisis de la endeudada banca italiana que está haciendo temblar a Italia, y se muestra a favor de una intervención pública temporal de algún banco antes de su quiebra.

¿Cómo se llegó a 360.000 millones de euros en créditos dudosos? Italia ha vivido la recesión más prolongada e intensa desde la Segunda Guerra Mundial. Hemos vivido la triple recesión, caídas abruptas intercaladas por breves fases de recuperación económica. Perdimos el 10% del PIB desde el 2008, la producción industrial bajó un 25% y también cayeron las inversiones y la demanda interna. Hubo progresivamente aumentos en el número de quiebras de las empresas y, a partir del 2011, muchos créditos deteriorados en los bancos italianos.

¿Así, la enferma es Italia? Los créditos deteriorados no es solo una historia italiana, afecta a Portugal, Eslovenia, Croacia… La verdadera cuestión a abordar, para que se puedan absorber esos créditos deteriorados, es cómo volver a crecer.

¿Y los errores de la banca italiana? Los bancos italianos son comerciales. Durante la crisis, continuaron prestando a empresas y familias, con medidas extraordinarias, como suspender el pago de intereses 12 meses a empresas con dificultades. Los banqueros hemos hecho nuestro trabajo, aunque esto haya implicado aceptar un mayor número de créditos deteriorados. No niego que hubo casos de mala gestión, pero están bajo la lupa de la justicia.

Algunos países europeos no están conformes con que Italia sugiera saltarse las reglas europeas. Los principios de las nuevas reglas son compartidos. Es decir, que los bancos no sean salvados con dinero público. El problema de las nuevas reglas es que tuvieron efectos retroactivos. En el caso de Italia, también fueron incluidas en el llamado ejercicio de burden sharing (que implica que todos los tenedores de deudas tienen que asumir pérdidas) obligaciones subordinadas emitidas hace 5 o 6 años, antes de que fuera adoptada la comunicación de la Comisión Europea (CE) sobre las ayudas de Estado y la directiva BRRD (Bank Recovery and Resolution Directive). Ahora bien, aplicar de forma retroactiva una regla de este tipo mina las relaciones entre privados.

¿En síntesis, opina que está mal que paguen los ahorradores? Hay que distinguir entre ahorros e inversiones. Dicho esto, el Gobierno italiano no pide cambios en las reglas (europeas), sino una correcta interpretación. El artículo 34 de la BRRD prevé, en determinados casos, una intervención pública temporal para la recapitalización bancaria, en determinadas condiciones. Esto resguarda situaciones en las que el coste de la quiebra es mayor al de una temporal intervención estatal.

¿Por qué no se quejaron antes? Lo hicimos. No nos escucharon.

¿A cuánto asciende el dinero que los bancos necesitan ya? La cantidad total de los créditos deteriorados, en bruto, asciende a 360.000 millones de euros. Pero ese dato no representa a los que realmente están en riesgo; los incobrables, que han sido declarados de difícil o imposible cobro, ascienden a 87.000 millones, de los cuales la mitad cuentan con garantías. No hay que olvidar que el LVT (loan to value) en Italia oscila entre el 60% y el 80%.

¿Qué se espera de los stress test que se darán a conocer hoy? Todos los bancos europeos, incluso los italianos, han mejorado sus dotaciones de capital. Lo ha dicho también Draghi. Creo que los bancos italianos mostrarán una buena resistencia. Mi opinión es lo que habrá que observar no es solo cuánto disminuirá el capital, sino también cuánto disminuirán los puntos básicos en las hipótesis de estrés.

¿Teme una explosión social? El dato es que los depósitos están creciendo. Eso significa que los italianos aún ponen sus ahorros en nuestros bancos: hay confianza. Y también hay que redimensionar, estamos hablando de cuatro bancos, de 10.000 personas que han sufrido daños. Y esperamos que ciertos comportamientos (de los bancos involucrados) sean sancionados también severamente.