Primeros pasos de la recuperación

El consumo desplaza al sector exterior como motor de crecimiento

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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La recuperación de la economía española, que poco a poco va ganando intensidad y empieza a llegar al empleo, se enfrenta sin embargo a un cambio en su patrón de crecimiento. El consumo privado empieza a ejercer de motor, intentando tomar el relevo de un sector exterior que se desinfla tras haber tirado del PIB en los seis últimos años.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que el producto interior bruto (PIB) aumentó en el segundo trimestre del año el 0,6% respecto al primero, lo que eleva al 1,2% la tasa anual de crecimiento. Mientras la demanda nacional (consumo e inversión) aportó 1,9 puntos al crecimiento, el sector exterior restó empuje al PIB por segundo trimestre consecutivo, con una tasa negativa del 0,7% que empeora el -0,2% del primer trimestre.

La debilidad de las principales economías de zona euro (estancamiento de Francia y tasas negativas en Alemania e Italia) han contribuido a gripar el motor de las exportaciones españolas demasiado pronto; antes incluso de que se haya consolidado una recuperación que, a partir de ahora, dependerá casi en exclusiva de la capacidad de gasto de las familias a través de sus salarios y de la inversión de las empresas, aún en espera de la recuperación del crédito.

DE MENOS A MÁS / Según los datos del INE, el PIB acumula cuatro periodos consecutivos de avance trimestral creciente (0,1%; 0,2%; 0,4% y 0,6%) que, desde el punto de vista del Ministerio de Economía, «consolida la tendencia de progresiva recuperación iniciada el año pasado».

El segundo trimestre del año, además, incorpora la novedad más esperada: por primera vez desde el inicio de la crisis, en el 2008, crece el número de empleos en tasa anual. El número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo ha subido el 0,8% en relación al mismo periodo del año anterior, lo que significa la creación de 127.000  empleos.

El dato, según admite CCOO, «parece indicar que la recuperación empieza a filtrarse al empleo». No obstante, el dato es muy matizable, pues al tiempo que sube el número de ocupados (el 0,8%), baja el número de horas trabajadas (el 0,4%). Es decir: la economía aún destruye horas de empleo, aunque lo reparte entre un mayor número de trabajadores cuyo salario medio, por otra parte, ha subido el 0,3% anual.

En esta evolución del empleo y de la masa salarial, precisamente, se apoya la recuperación del consumo de las familias. El gasto privado del segundo trimestre ha sorprendido a los expertos con un avance del 0,7% en tasa trimestral y del 2,4% en tasa  anual.

El mayor gasto de las familias, unido a la menor presión de los ajustes en el sector público (el consumo privado fue el 1,1% superior en tasa anual) y a la fortaleza que muestra la inversión de las empresas en bienes de equipo (crecimiento anual del 8,6%) han logrado forjar un avance del 1,9% en la demanda interna.

Los datos del segundo trimestre aportan, además, otra novedad esperada. La construcción anotó un crecimiento trimestral del 0,9%, el primero desde comienzos de la crisis, de la mano de la inversión no residencial.

CAMBIO DE PATRÓN / «El punto más negativo es la notable desaceleración en términos interanuales de las exportaciones de bienes y servicios mientras que las importaciones aumentan a tasas cercanas al 4%», advierte CEOE. En el segundo trimestre, las exportaciones apenas crecieron el 1,7%, muy lejos de las tasas de hasta el 14% de finales del 2010.

Esta debilidad del sector exterior impidió ayer al secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, mayor contundencia a la hora de explicar en qué medida se producirá la anunciada revisión al alza de la previsión de crecimiento económico para este año desde el 1,2% actual hasta «cerca del 1,5%» (según anunció el sábado pasado el ministro Luis de Guindos). «La revisión será al alza. A partir de ahí veremos cómo se concreta la información adicional que va llegando al ministerio», dijo.

CEOE mantiene su previsión de un crecimiento del 1,2% para este año si bien «puede cambiar el patrón de crecimiento» previsto, con una demanda interna que se consolida «como principal baluarte» y un sector exterior que «va a a perder protagonismo».

Para UGT, «el débil y frágil crecimiento» de la economía está amenazado por el deterioro en la calidad del empleo, el estancamiento de los países del centro de Europa y la evolución de los precios. «Si no se cambian las políticas de austeridad por medidas expansivas que permitan relanzar la demanda, se corre el riesgo de una tercera recesión», advirtió ayer el sindicato.