EL ESCÁNDALO DEL 'DIESELGATE'

Volkswagen pagará en EEUU hasta 1.000 dólares por coche trucado

El presidente del grupo promete al comité avanzar en "un camino conjunto"

Activistas de Greenpeace protestan junto al logotipo de Volkswagen en la fábrica de Wolfsburg (Alemania), ayer.

Activistas de Greenpeace protestan junto al logotipo de Volkswagen en la fábrica de Wolfsburg (Alemania), ayer.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El presidente de la junta directiva de Volkswagen, Matthias Müller, y el del comité de empresa, Bernd Osterloh, llegaron ayer a un acuerdo sobre el futuro de las inversiones y el uso de capacidades del grupo en el mundo. Sin detallar el alcance del plan, el primer ejecutivo de la empresa y el representante de los trabajadores quisieron trasmitir la imagen de que el eventual recorte de las inversiones en el mundo derivado de los problemas financieros de la firma por el escándalo del trucaje de motores se hará de forma pactada o, como mínimo, que habrá diálogo con la plantilla. El grupo tiene comprometidas en España inversiones por valor de 4.200 millones de euros entre la factoría de Martorell y la de Landaben (Pamplona), cuyo futuro no está oficialmente garantizado.

Tras una reunión del consejo de supervisión del grupo en Wolfsburg, la firma informó de que los próximos días la junta directiva se reunirá con los representantes de los trabajadores para acordar «un camino conjunto para el futuro de la empresa». Müller dijo que «en la difícil situación actual debemos tomar decisiones de forma conjunta, que tengan en cuenta tanto la rentabilidad como el empleo». Osterloh, por su parte, señaló que «Matthias Müller se ocupará personalmente de la colaboración entre la junta directiva y el comité de empresa». «Esto es una fuerte señal para los empleados», añadió el presidente del comité de empresa de Volkswagen.

PLANES DE AHORRO/ El consejo de supervisión de Volkswagen se reunió para debatir sobre los planes de ahorro en el consorcio y las críticas que había hecho Osterloh. La junta directiva informó al gremio de supervisión de los últimos acontecimientos en el escándalo de manipulación de emisiones de gases contaminantes, que también se hizo en el CO2 y que va a obligar al mayor fabricante automovilístico de Europa a ahorrar más de lo que ya tenía previsto. Müller quiere gastar menos en fiestas de promoción y cambiar la cultura de gestión empresarial. En el área de diseño, que está en la central,

Volkswagen quiere ahorrar 100 millones de euros anuales, lo que podría costar puestos de trabajo. Osterloh se quejó el pasado viernes de que la junta directiva comunica planes de ahorro de forma unilateral.

El fabricante alemán tiene numerosos frentes abiertos que le acarrearán multas millonarias en todo el mundo. Para anticiparse a futuras condenas, el grupo anunció ayer que compensará a los propietarios estadounidenses de coches diesel de la marca Volkswagen con hasta 1.000 dólares. A estos propietarios, una vez establecido que su vehículo está afectado, se les ofrecerá una tarjeta de prepago de 500 dólares. Se agregará un valor equivalente de compra para gastar en los concesionarios de la marca en los EEUU y la asistencia gratuita en carretera tres años. Para los modelos de la marca Audi se dará a conocer el 13 de noviembre un plan de indemnización similar.

La situación financiera del grupo es delicada. La agencia de medición de riesgos Fitch se ha sumado a Moodys y ha bajado la calificación de la deuda a largo plazo del fabricante automovilístico hasta BBB+, un aprobado alto, desde A, que equivale a un notable. «La degradación refleja la gobernanza empresarial, gestión y asuntos de control interno resaltados por la crisis de pruebas de emisiones de hasta 11 millones de vehículos diesel», según la agencia. En Alemania ya se especula con la posibilidad de que sea necesaria una ampliación de capital.