Condenados los directivos de Fincas Corral

La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 4.320 euros al propietario de Fincas Corras, Josep Xicola Fajas, y al que fue su director general, J. B. J., por un delito de estafa, cometido al  engañar a una mujer que pretendía vender una finca en Vinaròs porque no podía pagar la hipoteca. La sentencia de la Sección 9 destaca que los acusados, a través del «engaño», hicieron creer a la mujer que querían adquirir su casa y consiguieron que les entregara 44.300 euros, sin hacer nada a cambio. La pena se redujo por las dilaciones indebidas en el proceso.

La resolución señala que en septiembre del 2008, María Pilar L. I., representada por el abogado Marc Molins Raich, quería vender la finca porque no podía pagar la hipoteca a favor del Banco Pastor y de la que quedaba por amortizar 377.566 euros. A través de un amiga, contactó con Batalla y con Xicola que le «hicieron creer» que Fincas Corral «era una de las empresas más solventes del sector», que estaba interesada en comprar la casa y que si se realizaba la operación «la librarían de pagar las cuotas».

La sentencia sostiene que los acusados aparentaron una «solvencia que la empresa no tenía» y «ocultaron» que la subrogación de la hipoteca tenía que ser consentida por el banco. A pesar de ello, se llegaron a citar con ella en la notaría para formalizar la escritura pública y el contrato de compraventa con subrogación de hipoteca.

SIN HACER NADA / «Movida por la errónea creencia» de que en realidad Fincas Corral quería comprar su propiedad, la denunciante «convino» con los acusados que el precio de la compra sería el equivalente al importe de la hipoteca pendiente y que los acusados no le entregarían el dinero, sino que lo reservarían para abonar el préstamo, según la sentencia. A cambio, la perjudicada les entregó 44.300 euros por los gastos de la transmisión de la propiedad y en concepto de comisión. Pero los altos cargos de Fincas Corral, en realidad, no hicieron nada. Ni pagaron al notario, ni se subrogaron en el préstamo, ni realizaron actuación alguna para inscribir la compra en el registro de la propiedad. El tribunal subraya que el testimonio de la denunciante en «verosímil».