La compra de bienes de equipo anticipa la recuperación industrial

Después de cinco años en hibernación, en los que la industria española ha perdido la cuarta parte de su producción, el sector se prepara para salir del hoyo y para ello lo primero que está haciendo es reponer la maquinaria que se ha ido quedando obsoleta a lo largo del lustro. En proceso parecido, se encuentra el sector del material de transporte (ferrocarril, buques, carretera y aeronaves) y, aunque poco a poco, también se apuntan indicios en el de construcción de infraestructuras.

Prueba de este proceso son los datos de importación creciente de bienes de equipo desde mediados del año pasado, sobre todo de maquinaria para la industria, equipos de oficina y telecomunicaciones, material de transporte y aparatos eléctricos y de precisión.

En el primer trimestre del 2014 las importaciones de bienes de equipo han crecido el 12,4% con respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos del Ministerio de Economía. En un sentido más amplio, el valor de los bienes de capital (que incluyen también determinados bienes de consumo duradero) han empezado el año con un avance del 18,1%, después de haber crecido el 4,6% el año pasado, dejando atrás descensos que llegaron a ser del 35,5% en el 2009.

No solo son compras al exterior. La cartera de pedidos de la industria española de bienes de equipo subió el 9,6% en el primer trimestre y una parte importante de estos encargos proceden del mercado interior.

PRIMERO, RENOVAR / La evolución de las compras al exterior de bienes de equipo es uno de los indicadores favoritos del ministro de Economía, Luis de Guindos, para defender que la recuperación empieza a llegar a la economía real, a los centros de producción, y que pronto se traducirá en más empleo.

«El tirón importador del primer trimestre refleja la recuperación de la demanda interna y más concretamente la reanimación de la inversión por parte de las empresas», valora el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz. Según su análisis, «el incremento de las importaciones tiene un componente importante de bienes de equipo que es demanda embalsada en siete años de crisis. Durante todos estos años los empresarios no han invertido en bienes de equipo».

El director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), Antonio Garciapons, subraya este aspecto. «En los últimos años no se ha invertido en equipamiento y eso conlleva un déficit tecnológico muy importante», apunta. En este sentido, constata que «en los últimos meses se empieza a notar una mejora sensible».

De la sequía de los últimos años dan muestra los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-herramientas (AFM). Sus ventas en el mercado español llegaron a ser en el 2012 seis veces inferiores a las del 2007 (69 millones frente a los 426 de entonces), una caída compensada solo en parte por el aumento del 40% de sus ventas al exterior. En el 2013 ya se logró un avance del 5,3% en las ventas dentro del mercado español.

Con todo, los pasos son lentos. La inversión de hoy en bienes de equipo se traduce en producción dentro de cuatro o cinco meses, en promedio, según  Garciapons.

SECTORES / En el sector del automóvil, la maduración es más lenta. Las inversiones en maquinaria de hoy serán la producción de dentro de un año, apuntan otras fuentes. En este sector, las últimas adjudicaciones a factorías españolas de modelos de Nissan, Ford, Citroën, Mercedes, Renault y Opel exigen la adecuación de las líneas de producción, nueva maquinaria, robots, etcétera, explican en la patronal Anfac.

En la construcción todo será aún más lento. Según datos de la patronal Seopan, las licitaciones están aumentando con fuerza. Hasta abril se han duplicado respecto al primer cuatrimestre del 2013 (por el tirón de Adif  y de los grandes ayuntamientos). Pero se parte de unos niveles tan bajos (la licitación se ha reducido a la quinta parte en seis años) que el sector  se muestra escéptico. En todo caso, las constructoras ya empiezan a renovar sus bienes de equipo ante la expectativa de un aumento de las licitaciones de obra pública en coincidencia con la intensa agenda de elecciones del 2015.