LA JORNADA DEL 29-M

El comercio del centro de BCN baja la persiana

Las tiendas que han abierto han registrado ventas mínimas

Personas ante El Corte Inglés de la plaza de Catalunya.

Personas ante El Corte Inglés de la plaza de Catalunya. / periodico

JOSEP M. BERENGUERAS / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Elcomercio de Barcelona sufre las consecuencias de la huelga. Lafalta de trabajadores y laacción de los piquetes hace que en algunas zonas laapertura de tiendasse haya visto reducida hoy, sobre todo en elcentro de la ciudad. En otros barrios la situación es más próxima a la normalidad.

Donde más se notan las consecuencias del paro general es en los comercios de lasprincipales artéreas comerciales, ya que es en estas zonas donde se han concentrado las acciones de los piquetes.

En el paseo de Gràcia, un tercio de los comercios abría con normalidad a primera hora de la mañana, otro lo hacía con las persianas a medio bajar y otro tercio, directamente, no abría. "A media mañana tendremos que cerrar porque es cuando los piquetes actuarán", decía un empleado de seguridad. Así ha sido: la acción de los piquetes y los protestantes, que han obligado a cortar el tráfico tanto en paseo de Gràcia como parcialmente en calles como Gran Via, han hecho que la mayoría de tiendas decidiesecerrar por lo que quedaba de día.

En elEixampleha pasado algo similar: a primera hora algunos comercios han decidido probar suerte, pero a media mañana, cuando el ambiente se ha ido complicado, los que estaban abiertos han preferido evitar males mayores y bajar la persiana. En la zona de Sagrada Família a primera hora de la mañana la mayoría de comercios levantaban sus persianas, pese a que la temprana acción de los piquetes ha despertado las cautelas de los comerciantes. Después, una vez los piquetes se han dirigido al centro, los que han decidido continuar vendiendo no han tenido problemas para hacerlo.

CENTROS COMERCIALES

Mientras,en los centros comerciales la actividad era mínima: aunque buena parte de las tiendas de centros como Glòries o Illa Diagonal decidían abrir, la falta de compradores se notaba en los pasillos.