Circular por terreno asfaltado

Circular por un camino recto, pedregoso pero sin riesgo para la ruedas, después de un largo trayecto por el asfalto, se hace muy llevadero si el conductor sabe que tarde o temprano aparecerá de nuevo el trazado bien embreado y señalizado. Fue la sensación dominante ayer entre los operadores del mercado que ya sienten tras su orejas el aliento del fin de año y de trimestre, cierre de carteras y explicaciones ante los implacables fondos de inversión.

Con este ánimo, lo que procedía era esperar que llegara cuanto antes el rodaje por un firme bien extendido desde mucho antes, y que los analistas señalan para el 4 de diciembre: será el día en que el BCE anuncie de una vez que está dispuesto a comprar más deuda soberana de los países del euro.

Es decir, aparecerá en la ruta un cartel que anuncie que el asfalto que da tanta seguridad a los que se presentan ante los incautos pequeños ahorradores como expertos conductores de ralis pero que en el fondo lo único que dominan es la conducción sobre las garantías de compra y recompra del BCE. La compañía de asfaltos, en definitiva. Por tanto, todo anodino hasta el jueves de la próxima semana. En el otro lado, la conducción siempre inquieta y dispuesta a trazar cualquier curva, por pequeña que sea, de los operadores de Wall Street. Ayer se les presentó el típico trazado de izquierda y derecha en pocos metros, y lo solventaron con rigor. El índice de confianza de los consumidores baja (y, ojo, que cuando conviene es muy relevante) pero el PIB del anterior trimestre es mejor de lo esperado. Pues pequeño tobogán y a seguir.

El Ibex 35 remontó el 0,54% hasta alcanzar los 10.699 puntos.