amenaza a la industria actual

China planea prohibir los coches que usen diésel y gasolina

El objetivo es que esa medida se tome en el 2025 y sitúe al gigante asiático como la mayor potencia mundial del automóvil

Coche eléctrico enchufado a un punto de carga.

Coche eléctrico enchufado a un punto de carga.

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China estudia prohibir la producción y venta de automóviles que empleen combustibles fósilesgasolina y gasóil, según avanzó el viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Xin Guobin, informa este lunes la prensa estatal. Xin participó el domingo, junto con otros responsables oficiales, en un foro sobre el futuro de la industria del motor, en el que se avanzó que el Gobierno de Pekín está trabajando en una estrategia nacional para la que se plantea la posibilidad de la prohibición de coches movidos por gasolina o diésel. El viceministro añadió en el foro, celebrado en Tianjin (noreste), que se prevé que el nuevo marco esté listo en un futuro próximo y, aunque no ofreció detalles concretos, sí dijo que el año 2025 será clave para el sector.

China ha sido durante ocho años seguidos el mayor mercado mundial del automóvil, con más de 24 millones de unidades vendidas el año pasado (26 millones contabilizando todo tipo de vehículos). Una decisión de ese calibre supondría el espaldarazo definitivo al desarrollo del coche eléctrico a escala mundial.

A la cabeza de la revolución del automóvil

Con la contaminación de las grandes ciudades como telón de fondo, pero también con el objetivo de colocar a China en la punta de lanza de la tecnología, el Gobierno central promueve desde hace años el desarrollo y venta de vehículos híbridos o eléctricos, de los que el año pasado se vendieron más de medio millón en el 2016.

El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información presentó en junio pasado un documento de debate en el que se avanzaba la idea de establecer cuotas de ventas para los vehículos híbridos y eléctricos a partir del 2018.

Aunque no hay una decisión concreta, y desde entonces se ha filtrado que las fechas podrían retrasarse, el documento planteaba la hipótesis de que coches híbridos y eléctricos alcanzaran el 8% de las ventas en 2018, el 10% en el 2019 y el 12% en el 2020. 

La estrategia de las marcas

Los principales constructores presentes en el mercado chino llevan ya tiempo preparándose para esta enorme transformación que renovará a fondo el sector. El grupo Volkswagen abrió el fuego con una alianza a finales del 2016 con la china JAC (que no es uno de sus socios tradicionales en este país). En los últimos dos meses, Daimler-Benz, Ford y Renault-Nissan han anunciado alianzas similares con otros fabricantes chinos.

Daimler-Benz anunció en julio un acuerdo BAIC para fabricar VNEs dentro del cual compró parte del capital de Beijing Electric Vehicle, una subsidiaria de BAIC. En agosto, Ford dijo que trabaja conjuntamente con el fabricante de autos eléctricos Zotye, aunque aún no hay un acuerdo formal. Pocos días después Renault-Nissan se sumó a la tendencia al firmar una alianza con Dongfeng (curiosamente, dueña del 14 % del grupo francés PSA que agrupa a Peugeot y Citroën) para fabricar un todocamino eléctrico.

La alianza de Daimler-Benz se suma a la que ya tenía con la china BYD, que permitió el lanzamiento de la marca eléctrica Denza, en 2014. Un acuerdo similar tiene BMW con Brilliance, que dio luz a la marca Zinoro, pero en ambos casos con productos de escaso alcance comercial, con ventas limitadas a algunas grandes ciudades.

Apuesta eléctrica

Daimler-Benz prevé sacar al mercado chino coches con la estrella de Mercedes-Benz en su capó, pero los demás acuerdos se orientan a la creación de nuevas empresas conjuntas ('joint ventures', lo que legalmente están obligados los constructores extranjeros) pero con la novedad de que los vehículos tendrían marcas exclusivamente "eléctricas".

El objetivo del Grupo Volkswagen no es una presencia testimonial, sino "tener una posición competitiva en un mercado masivo", aseguró a EFE un portavoz de la compañía en China, Christoph Ludewig. Añadió que, además de sus acuerdos con empresas chinas, el grupo prevé lanzar en este país en los próximos 2-3 años un total de 15 automóviles eléctricos o híbridos de sus marcas VW, Audi y Skoda, tanto construidos en China como importados.

Tesla y General Motors también han manifestado interés en producir eléctricos en China. La primera de ellas, una empresa emblemática del sector, ha alcanzado un acuerdo preliminar para construir una fábrica en Shanghái.

El gigante BYD

El mayor fabricante chino de eléctricos e híbridos es BYD, una empresa privada (los gigantes chinos del sector siguen siendo públicos) que vendió 46.855 coches de este tipo en la primera mitad del año.

BYD divulgó la semana pasada un plan para lanzar autos de pequeño tamaño movidos por electricidad que sustituyan a los cuadriciclos eléctricos presentes en toda China.

La divulgación de las intenciones del Gobierno chino, incluso si son a largo plazo, para prohibir los coches movidos por combustibles fósiles impulsó este lunes en bolsa a los fabricantes de híbridos o eléctricos. El mejor ejemplo fue BYD, que también fabrica autobuses eléctricos y que subió hoy un 4,07% en la Bolsa de Shanghái, aunque llegó a dispararse más de un 7% al inicio de la sesión.