INVESTIGACIÓN DE LA FUNDACIÓN BBVA

Catalunya va a la cola de España en gasto público en educación y sanidad

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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Un nuevo estudio ha puesto otra vez el dedo en la llaga de las desigualdades provocadas por la financiación autonómica, esta vez con datos actualizados el 2013. Pese a ser una de las comunidades más ricas de España, Catalunya está entre las que menos dinero público dedican por habitante a educación (la número 12 sobre 17) y a sanidad (la 14), dos de los pilares básicos del estado del bienestar. Y el catalán no es el peor de los casos. Un abismo del 60% separa a las comunidades con mayor gasto social de las que lo tienen más bajo. El informe resta importancia a las decisiones políticas de los ejecutivos de las comunidades o a las necesidades específicas de cada territorio y atribuye, sobre todo, las desigualdades al mecanismo de reparto de fondos entre comunidades.

'Servicios públicos, diferencias territoriales e igualdad de oportunidades', encargado por la Fundación BBVA, lleva a cabo una exhaustiva recopilación del gasto ejecutado por las administraciones públicas entre los años 2002 y 2013, dividiéndolo en tres sectores: sanidad, educación y protección social. Donde pueden apreciarse mejor las diferencias en función del territorio es en las dos primeras, al tratarse de materias transferidas. La tercera incluye las pensiones y el subsidio de desempleo, donde los pagos dependen de los derechos individuales de cada beneficiario.

ANTES Y DESPUÉS DE LA CRISIS

Las diferencias entre autonomías en el conjunto del gasto social son tan amplias que incluso tres ellas -País Vasco, Asturias y Navarra- pudieron destinar a esta materia en el 2013, una vez aplicados los recortes, más de lo que dedicaban Baleares, Canarias y Madrid per cápita en el 2007, antes de que la recesión obligara a todos a ajustarse el cinturón.

La comunidad que más invierte en educación es el País Vasco, con 1.233 euros por habitante, seguida de Navarra, con 1.107. Catalunya ocupa el citado puesto número 12, con 890 euros. En peor situación se encuentran aún Valencia (867), Castilla-La Mancha (859), Canarias (846), Baleares (831) y Madrid (791).

Los asturianos, con 1.714 euros per cápita, son los que gozan de los servicios sanitarios mejor financiados, seguidos de vascos (1.621) y cántabros (1.530). Los catalanes, en el puesto 14, reciben 1.323 por delante tan solo valencianos (1.301), baleares (1.275) y andaluces (1.182).

SIN IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Estas «diferencias territoriales no parecen compatibles con la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios públicos», según el director del informe, el catedrático de la Universidad de Valencia, Francisco Pérez. Se trata de diferencias que no provienen de la creación del Estado de las autonomías y los subsiguientes traspasos de competencias, sino que «ya existían antes debido a que el Estado no desplegaba de forma homogénea sus servicios en todos los territorios». Lo único nuevo que está ocurriendo, afirmó Pérez, es el que el problema «se conoce cada vez mejor», pese a que sigue «sin corregirse» y es una de las causas de «la inestabilidad del estado autonómico».

Con solo echar un vistazo a los ránkings es fácil percatarse que la principal disfunción proviene del trato recibido por la comunidades de régimen foral, el País Vasco y Navarra. Los autores del estudio plantean la necesidad de llevar a cabo una «revisión a fondo del contenido del sistema de financiación», eliminando «las razones históricas y políticas» que distorsionan el sistema, entre las que destacan las cuantías de las que disfrutan esas dos comunidades. El mecanismo de financiación de servicios públicos debería, según los autores, regirse por el número de habitantes más algunas correcciones según la edad. Más financiación educativa para comunidades con mayor población infantil y más para sanidad, en las envejecidas, con coeficientes correctores también según el grado de dispersión. Estos criterios ya forman parte del actual sistema pero tienen un papel mucho menos relevante que las diferencias históricas o políticas.

En el gasto de protección social, Catalunya sí se sitúa por encima de la media. Ocupa la quinta plaza con 4.427 euros por habitante. Cerca del primer puesto en que está Asturias (5.751) y muy por delante del de Canarias (3.074), la última de una lista en la que influye sobre todo el número de pensionistas y beneficiarios del subsidio de desempleo, así como las cuantías que estos reciben.