Casi todos con Valeo

Empresarios, alcaldes y políticos participan en un acto para defender la fábrica de Martorelles el día en que la plantilla empieza una huelga

Protesta 8 Un momento de la concentración de ayer.

Protesta 8 Un momento de la concentración de ayer.

ALBERT SEGURA / MARTORELLES

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Cierre encubierto con un traslado poco efectivo. Así es como la plantilla de la planta de Valeo de Martorelles (Vallès Occidnetal) entiende que la compañía plantea el fin de la actividad en la fábrica vallesana, después de anunciar que los empleados de la firma de Catalunya deberán mudarse al centro de producción de Zaragoza, un extremo del que recelan por el hecho de tener que renunciar a su vida en la comarca. Después de no llegar a ningún acuerdo con la dirección a través de la mesa de negociación celebrada en el Departament d'Empresa i Ocupació, la plantilla ha optado por ir a la huelga con carácter indefinido, una medida que esperan que sirva para bloquear el proceso de deslocalización.

«En esta empresa todos somos uno, cuando hay un problema real somos una familia, y tiraremos adelante, durará mucho y no sabemos si lograremos revertir la situación, pero lucharemos hasta las últimas consecuencias», dijo ante las puertas de la planta el presidente del comité de empresa, Manuel Zamora. El acceso a la fábrica de Martorelles se convirtió ayer en un ir y venir de personas, tanto empleados que quisieron manifestar su oposición al anuncio de cierre, como de representantes municipales de la comarca y políticos que quisieron mostrar su apoyo a una plantilla de 257 personas que están llamados a hacer las maletas y mudarse a la fábrica aragonesa. Los sindicatos siguen reclamando la implicación del Govern y, en concerto, del president Artur Mas. Entre los políticos que apoyaron a la plantilla estaban Joan Coscubiela (ICV-EUiA), Anna Simó (ERC), alcaldes como el de Sabadell, Juli Fernàndez (ERC) o el candidato a la presidencia por Catalunya Sí que es pot, Lluís Rabell. También dio su apoyo el secretario general de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego.

«Esta plantilla quiere vivir y trabajar en Catalunya, y lo exigimos ante una multinacional que en muchas ocasiones ha mostrado su desprecio hacia sus trabajadores», señaló Coscubiela. Precisamente la decisión de deslocalizar la actividad de la planta tendrá efectos sobre la plantilla, dado que todos tienen sus raíces en Catalunya.

«Puede que finalmente tengamos que irnos todos a Zaragoza, pero la empresa tiene que saber que allí donde vayamos no dejaremos de combatir tanto a nivel sindical como a nivel judicial», advierte Zamora.

«Nos han estado mintiendo de manera reiterada, hace cuatro días nos decían que íbamos a fabricar componentes para un nuevo modelo de Volkswagen, pero era todo un engaño, tan solo querían tener estoc para afrontar una huelga como esta», considera.