informe trimestral

La Cambra de Barcelona eleva hasta el 3,1% el crecimiento del PIB catalán en el 2017 y al 2,7% en el 2018

Los expertos de la institución detectan el desendeudamiento del sector privado pese a la reactivación

Valls y Rovira en la presentación de estudio trimestral de la Cambra de Comerç.

Valls y Rovira en la presentación de estudio trimestral de la Cambra de Comerç. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Cambra de Comerç de Barcelona ha elevado tres décimas las previsiones de crecimiento de la economía catalana para este año, hasta el 3,1% (frente al 2,9% previsto por el Govern), y también para el 2018, hasta el 2,7%. No descarta nuevas revisiones para el presente ejercicio en función de cómo evolucionen los indicadores de coyuntura. 

El presidente de la Cambra, Miquel Valls, y el responsable del servicio de estudios y de la dirección internacional de la institución, Joan Ramon Rovira, han destacado este martes el hecho de que la economía catalana registre una clara recuperación sin dependencia del sector bancario, ya que el crédito al sector privado se reduce. La economía catala se desendeuda. La ratio de crédito vivo al sector privado sobre el PIB se situará por debajo del 100% por primera vez desde el 2003.

Empleo

Fruto del crecimiento, el estudio de la Camara de Comercio de Barcelona apunta a que se podrían crear alrededor de 104.000 nuevos puestos de trabajo este año, a los que se sumarían 96.000 en el 2018, alcanzando 200.000 nuevos empleos en estos dos ejercicios.

Las amenazas

Tanto Valls como Rovira apagan cualquier posible fuego de desconfianza en los cimientos de la recuperación económica catalana y descartan agotamiento en el automóvil, el turismo o la construcción. Sobre los temores a una burbuja inmobiliaria, Valls es categórico:"En la construcción estamos en niveles más bajos que hace unos años y queda mucho por hacer. Hay déficit de oficinas y de espacios logísticos". Sobre una hipotética situación de saturación turística, Rovira tacha de tópico creer que no es posible crecer: "En Austria el peso del turismo en el PIB es superior al de Catalunya y a nadie se le ocurre pensar que pesa demasiado". En el caso del temor a que la disrupción del vehículo eléctrico desarticule la estructura industrial del automóvil en Catalunya, Valls replica con rapidez: "Las marcas y fabricantes están trabajando en la renovación tecnológica, investigación y tecnología. No vemos peligros en el sector".

Entre las amenazas latentes reconocidas por los expertos de la Cambra figuran el proteccionismo en el comercio internacional, la marcha de la economía china y una subida de los tipos de interés, aunque ésta se prevé gradual.

'Procés'

Valls si que reconoce que el escenario político catalán incorpora en la economía "grandes incertidumbres" relacionadas con el 'procés': "La economía catalana va bien, pero los factores políticos pueden cambiar la situación". 

Influencia exterior

Saboreando los indicadores de recuperación, el estudio de la Cambra concluye que la economía catalana se ha visto beneficiada por la aceleración de la economía mundial, la política monetaria expansiva de los países avanzados, la caída del precio del petróleo y la salida de la recesión de las economías rusa y brasileña. Según datos para el conjunto de España, el estoc de crédito para el sector privado baja desde hace siete años, en un proceso de desdendeudamiento continuo pese al crecimiento. En la práctica, el flujo de nuevas operaciones es inferior a las amortizaciones de préstamos acumulados en el pasado.

Ocupación y exportaciones

Gracias a esta recuperación, a finales del 2018 Catalunya podría rozar los 3,78 millones de personas ocupadas, una cifra muy próxima a la que se registró en el 2009, aunque continuaría situándose el 6% por debajo a los 4,04 millones de ocupados que se registraron en el 2008. 

En comparación con el 2016, el consumo privado mantiene su ritmo de crecimiento con el 2,7% este año, mientras que las exportaciones se han acelerado al 5,2%, y el consumo público (1,5%), la inversión y las importaciones (4,9%) se han desacelerado.

La economía catalana mostró un gran dinamismo en el segundo y tercer trimestre del 2017, ya que el PIB pasó de un crecimiento intertrimestral del 0,8% en el primer trimestre al 0,9% en el segundo, y en el tercer trimestre se prevé un crecimiento del 0,8%. Como resultado, se acelera la tasa de crecimiento interanual desde el 2,6% estimado por el Idescat en el primer trimestre del año, hasta el 2,7% en el segundo, y al 3% en el tercer trimestre.