HISTORIAS MÍNIMAS

Kilovatios calientes

Empezaron con su tesis doctoral y unos cuatro años después tienen una empresa a la que han sumado un tercer socio, Joan Ximinis. A finales de este año ya esperan empezar a facturar gracias la venta de su tecnología.

Nabla Thermoelectrics convierte el calor en electricidad en vehículos y calefacciones de biomasa

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AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Durante su tesis doctoral en ingeniería industrial hace cuatro años, Eduard Massaguer y su hermano gemelo Albert, de 31 años, vieron que la tecnología que se desarrollaba la Universitat de Girona, de donde surgió su empresa <strong>Nabla Thermoelectrics</strong>, podía ser comercializable. En esencia, se trata de convertir el calor en electricidad.

Y se lanzaron a ello. En el 2016 su proyecto se transformó en una empresa y hoy ya desarrollan su tecnología para el sector de la automoción y también para el de las calefacciones de biomasa, con el objetivo cerrar este año con una facturación de 200.000 a 300.000 euros.

La empresa, que fue premiada por la Fundación Repsol con 300.000 euros que les han servido para desarrollar el proyecto y pagar prototipos, es una de las finalistas de XIV Premi Jove Empresari 2016 que concede la asociación de jóvenes empresarios, Aijec, en la categoría de mejor iniciativa empresarial.

Sincero, Eduard confiesa que «la vertiente emprendedora surgió de la necesidad. Nos gusta resolver problemas y vimos que la tecnología podía tener salida comercial». En todo caso, admite que «si nos hubiera salido un buen empleo a lo mejor no hubiéramos montado la empresa».

Pero parece que no erraron. Gracias a su tecnología, una parte del calor que se pierde por el tubo de escape de los vehículos se reinyecta en la batería en forma de electricidad. Y se logran dos objetivos: reducir las emisiones contaminantes y se ahorra combustible.

ESTUFAS Y ELECTRICIDAD

La otra línea se aplica en las calefacciones de biomasa (cáscaras de frutos secos o pellets). A grosso modo, el dispositivo se coloca debajo de la estufa y el calor se convierte en electricidad para alimentar, por ejemplo, bombas de calor. La cuestión es que gracias a su tecnología, todo lo que consume la estufa proviene de la biomasa.

Los hermanos Massaguer han incorporado a Joan Ximinis como tercer socio. En la actualidad colaboran con empresas del sector de automoción, como Magneti-Marelli, Valeo, Idiada Applus o Evarm; para llevar a cabo desarrollos conjuntos. En la otra vertiente del negocio ya tiene un acuerdo con un fabricante de estufas al que esperan sumar otras dos compañías en septiembre. «Hay mucho interés comercial», asegura.

El objetivo de la compañía es convertir todos estos contactos y colaboraciones en clientes y acabar este año con entre 1.000 y 2.000 unidades de sus dispositivos vendidas, lo que significaría alcanzar unas ventas de entre 200.000 y 300.000 euros.

Al año siguiente, agrega este emprendedor, la meta es llegar a cubrir al máximo todo el mercado español para dar en el 2019 el salto a Europa, con especial incidencia en Noruega, Suecia, Italia, Holanda y Francia, explica.

«Tenemos gasolina (capital) hasta mediados del año que viene», gracias a los 300.000 euros que recibieron de la Fundación Repsol, explica Massaguer. Pero a la vez son conscientes de que a partir de ese momento requerirán nuevos recursos y fondos para acometer su crecimiento y por eso ya están en contacto con potenciales inversores interesados en participar en el proyecto.