MERCADO DE TRABAJO

El calendario laboral del 2016 tendrá más puentes y acueductos

Decenas de vehículos, atrapados en una retención en la C-65 en dirección a Platja d'Aro (Baix Empordà), ayer por la tarde.

Decenas de vehículos, atrapados en una retención en la C-65 en dirección a Platja d'Aro (Baix Empordà), ayer por la tarde.

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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El calendario laboral del 2016 tendrá más puentesmegapuentes acueductos que los del calendario del 2015. El año empieza con el puente del 1 de enero, al que seguirán otros tres por los festivos de ámbito estatal situados junto al fin de semana, más el temido por unos y deseado por otros como los empresarios turísticos acueducto de la semana de la Constitución y la Purísima. En total, cuatro puentes y el acueducto de diciembre, que no se producía desde el 2011, de aplicación en toda España más otros de ámbito autonómico. Si se suman los de ámbito autonómico y local pueden llegar a seis puentes en Catalunnya y a ocho en Barcelona. 

El 2016 será uno de los años con más puentes y acueductos de los últimos ejercicios en el calendario laboral. Después del 1 de enero, se producirán puentes festivos de carácter general el Viernes Santo (25 de marzo), la Asunción (15 de agosto) y Sant Esteve (26 de diciembre, por el traslado del festivo de Navidad que cae en domingo). A esos puentes de carácter general hay que sumar en Catalunya los de la segunda Pascua (16 de mayo) y Sant Joan (24 de junio). En el caso de Barcelona, en el calendario laboral también aparecen los puentes de Santa Eulàlia (12 de febrero) y la Mercè (24 de septiembre), aunque afectará principalmente a los trabajadores del comercio al coincidir con un sábado. 

14 FESTIVOS EN TOTAL

A pesar de la proliferación de puentes en el calendario laboral, en total se mantendrán los 14 días festivos habituales que prevé la normativa, de los cuales ocho los asigna el Gobierno central para todo el país, cuatro son competencia de las comunidades autónomas y otros dos los deciden los ayuntamientos para cada municipio. En los años de escasa coincidencia de fiestas en domingo, las autonomías han recurrido a un festivo adicional de carácter recuperable en las empresas.

El hecho de que dos festivos generales (Día del Trabajo y Navidad) y uno de Catalunya (la Diada) caigan en domingo, ha liberado la posibilidad de que el Ejecutivo central y el autonómico designen otros días de fiesta para evitar una reducción de las jornadas no laborables. En el caso del Gobierno de Madrid, ha optado por exportar a toda España la fiesta catalana de Sant Esteve mediante la figura de un festivo sustituible que sustituya el de Navidad. Únicamente cuatro comunidades autónomas (Canarias, Galicia, Extremadura y Navarra) han utilizado la potestad legal de sustituir el festivo del 26 de diciembre por otro solo para su territorio.

CINCO DÍAS EN SEMANA SANTA

En cambio, a Catalunya le han permitido designar otro día festivo no habitual con carácter general en la comunidad como la segunda pascua (16 de mayo). A su vez, el efecto dominó en el reparto de festivos ha hecho que esa decisión de la Generalitat haya llevado a algunos ayuntamientos a marcar como no laborable otros días no habituales, como el de Santa Eulàlia (12 de febrero) en Barcelona y Hospitalet, por ejemplo. Otros municipios grandes del área metropolitana como Badalona, Sant Adrià y Terrassa han optado por ampliar el puente de Semana Santa con el Jueves Santo, con lo que se acumularán cinco días no laborables para muchos trabajadores, con la excepción de los del comercio que tendrán que acudir a sus puestos el sábado.         

La abundancia de puentes y megapuentes, a los que hay que sumar otros festivos que caen en medio de la semana, chocan con el discurso de racionalidad y de mejora de la productividad que llevó a los agentes sociales y los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy a consensuar el traslado de fiestas intersemanales al lunes o viernes más próximos que nunca se ha llegado a aplicar. Excepto para evitar la pérdida de un festivo si cae en domingo.

Los sindicatos CCOO y UGT y la patronal CEOE acordaron en el 2012 proponer al Ejecutivo, dentro de un paquete de medidas para acelerar la salida de la crisis y la mejora de la competitividad, el traslado al lunes de los festivos de la Asunción, Todos los Santos (1 de noviembre) y la Constitución (6 de diciembre) con el fin de evitar los acueductos y macropuentes e incrementar la productividad. El pacto quedó en agua de borrajas, al igual que el compromiso de Rajoy de aplicarlo.