INDUSTRIA TABAQUERA

Guerra de precios en el tabaco

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CRISTINA MARTÍN VALBUENA / BARCELONA

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La guerra de precios en el sector tabaquero continúa. Tras el decreto del Gobierno en el que se incluyó el incremento de los impuestos del tabacoPhilip Morris subió el precio de Marlboro, Chesterfield y L&M 10 céntimos al día siguiente, mientras que Altadis mantuvo el precio de la cajetilla blanca de Fortuna y subió 10 céntimos las de Ducados, Fortuna (tapa dura) y Nobel. La intención de Altadis era la de proteger el blando de Fortuna y poder revitalizar la marca "ante la fuerte caída de cuota de mercado que viene sufriendo desde hace años, tras el reposicionamiento en precio que realizaron anteriormente otras marcas", como informó la compañía tabaquera la semana pasada. 

La decisión de Altadis de proteger una de sus marcas revolucionó el sector, ya que pesar que el sector se rige por la libre competencia, las tabaqueras suelen replicar el movimiento de sus rivales para no perder cuota de mercado. Philip Morris reaccionó el sábado pasado con la decisión de dar marcha atrás y bajar el precio de Marlboro y Chesterfield, como medida de presión ante el mantenimiento del precio del Fortuna blando. Sin embargo, Altadis ha anunciado este miércoles que recula y finalmente también subirá el precio del Fortuna blando. 

Ahora, se prevé que Philip Morris vuelva a aumentar el precio del Marlboro y el Chesterfield, tan solo una semana después de bajarlo tras haberlo subido, lo que ha generado quejas entre los estanqueros. Jordi Duaso, presidente del Gremi d'Estanquers de Catalunya, calcula que las pérdidas que han supuesto estas idas y venidas pueden variar entre los 200 y 1.000 euros por estanque, dependiendo de cuanto paquetes de Malboro y Chesterfield tuvieran comprados los establecimientos antes de la bajada de precios. 

Para Elvira Arquimbau, propietaria de un estanco en el barrio barcelonés de l'Eixample Dreta, esta guerra de precios la perjudica considerablemente porque Marlboro es uno de los productos que más vende y tiene que asumir las pérdidas que se derivan, hecho que se agrava con "el poco margen que de por sí obtiene por cada paquete".

Tanto Duaso como Arquimbau denuncian la práctica que llevan a cabo las empresas tabaqueras con estos movimientos, conocida como 'dumping', puesto que los estanqueros compran los cigarros a un precio, los tienen que vender por menos y la empresa tabaquera no les devuelve la diferencia. Desde el Gremi defienden "la necesidad de un cambio del reglamento para evitar esta exposición a las acciones de las marcas y que se garantice la compensación del estanquero".