SECTOR AGROALIMENTARIO

Conejo tirado de precio

Los cunicultores catalanes alertan de cierres inminentes de granjas por la caída del precio de esta carne

LAURA BIELA / LLEIDA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los productores de conejos están con el agua al cuello. Y es que ven que la gran distribución impone precios excesivamente bajos a las lonjas y por consiguiente les obligan a vender por debajo del precio de coste. Si no mejora la situación, del centenar de productores del sector que trabajan a día de hoy en Catalunya, un alto porcentaje se verá obligado a cerrar las puertas de sus explotaciones.

Después de interponer trece denuncias a Mercadona, Caprabo y Carrefour, entre los meses de mayo y agosto de este año, Unió de Pagesos convocó ayer una concentración a las puertas de un Mercadona de la ciudad para decir basta a esta situación, a la que se sumaron unos ochenta ganaderos. Piden a la Autoritat Catalana de la Competència que investigue el monopolio de la industria para fijar los precios de venta de la carne de conejo. También denuncian los precios excesivamente bajos a los que venden la carne estos supermercados.

«No queremos acabar con un sector que vive principalmente de explotaciones familiares. Y vamos por este camino», apuntó Joan Caball, coordinador nacional de Unió de Pagesos, quien asegura que continuaran luchando en defensa del sector, «exigiendo que se cumpla la normativa y que no existan ofertas por debajo del precio de producción».

Mercadona, por su parte, sostiene que no es la empresa quien marca los precios: «A nosotros nos vienen fijados desde la lonja de Madrid, formada por productores y mataderos», explican fuentes de la compañía que asegura que es la primera interesada en que la situación del sector mejore. «Tenemos que conseguir ir todos a una e intentar fijar precios justos para todos», apuntan las mismas fuentes.

«La situación no se puede aguantar». Así de contundente se muestra Xavier Villaró, un productor leridano que cuenta con una explotación de 800 conejas en una granja de Butsènit d'Urgell (Noguera). Actualmente, con la crisis de precios que atraviesa el sector pierde entre 2.000 y 3.000 euros cada mes, afirma. Por este motivo, no descarta cerrar el negocio: «El conejo es un animal muy sacrificado y requiere mucha atención. Si encima pierdo dinero no me sale rentable trabajar. Cerrando, ganaré al menos en calidad de vida».

En este momento, un ganadero recibe 1,27 euros por un quilo de conejo, cuando estos necesitan un mínimo de 1,80 euros para cubrir costes. Por este motivo, solicitan reuniones urgentes con los mataderos y las lonjas o bien ayudas excepcionales de la Generalitat de Catalunya para intentar paliar esta situación y seguir así subsistiendo en este sector tan castigado por la crisis de precios.