Bruselas dará a España hasta 2018 para rebajar el déficit por debajo del 3%

Las discrepancias en el colegio de comisarios se mantienen en torno a si imponer una sanción simbólica o una multa cero

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SILVIA MARTÍNEZ

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Las últimas previsiones presentadas la semana pasada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Ayref) auguran que el déficit público español se desviará este año hasta el 4,1% si el Gobierno aplica las medidas anunciadas, aunque podría dispararse incluso hasta el 4,7% en el peor de los pronósticos. Unas cifras que han causado enorme preocupación en Bruselas y que llevarán al Ejecutivo comunitario a proponer este miércoles una prórroga adicional de dos años, hasta 2018, para rebajar el déficit por debajo del umbral del 3%.

Es la postura que defendió en mayo el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, durante el primer debate sobre la situación presupuestaria de España y Portugal. En aquella reunión, su sugerencia no fue secundada ni por el vicepresidente Valdis Dombrovskis, ni por el resto del colegio de comisarios, ni por España, que solo pidió un año adicional. Desde entonces, la situación ha empeorado. La recaudación fiscal se ha hundido y es evidente que las cifras no van a cuadrar. De ahí la reapertura de un debate que, según han confirmado fuentes comunitarias, se ha saldado este lunes durante la reunión de jefes de gabinete, y a falta de la rúbrica de los comisarios, con un acuerdo para dar dos años más a España para situar el déficit por debajo del límite del 3%.

En lo que todavía no hay acuerdo es en la cuantía de la multa por no adoptar medidas adecuadas para corregir el desvío en el déficit público en 2015. El reglamento fija una cifra máxima del 0,2% del PIB, o unos 2.100 millones en el caso español, pero que puede verse reducida e incluso cancelada si las alegaciones del Gobierno son satisfactorias. Un grupo de comisarios, en el que se encuentran Moscovici (Francia), Arias Cañete (España), Moedas (Portugal), Thyssen (Bélgica), Georgieva (Bulgaria) e incluso el presidente Jean-Claude Juncker, están dispuestos a dar un voto de confianza a España y a dejar la cifra en cero.

Sin embargo, hay otra facción que se resiste. Entre las voces más duras figuran las del letón Valdis Dombrovskis, el finlandés Jyrki Katainen, la sueca Cecilia Malström o el austríaco Johannes Hahn, que consideran que debe imponerse una sanción, aunque sea simbólica, para dar ejemplo. El desenlace se conocerá este miércoles en la que será la última reunión del colegio de comisarios antes del parón estival.