Benson Elliot compra un gran solar en el 22@ para desarrollar oficinas

Es la primera operación de suelo para despachos que se realiza en mucho tiempo en Barcelona

Solar vacío entre las calles Roc Boronat y Tánger, donde Benson Elliot planea llevar a cabo una promoción de oficinas.

Solar vacío entre las calles Roc Boronat y Tánger, donde Benson Elliot planea llevar a cabo una promoción de oficinas.

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA

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Los consultores del sector inmobiliario lamentan la ausencia de grúas en el skyline de Barcelona. La falta de proyectos en marcha para la ubicación de oficinas comienza a abrir una brecha de precios entre el parque viejo de oficinas y el nuevo, puesto que los proyectos escasean. Fruto de esta situación, el fondo de inversión Benson Elliot, especializado en el sector inmobiliario, acaba de cerrar la compra de uno de los mayores solares disponibles en el 22@ para la edificación de oficinas. Se trata de una parcela de 23.049 metros cuadrados situada entre las calles Ciudad de Granada, Roc Boronat y Tánger que pertenecía a La Llave de Oro.

La operación, de la que no se conocer el precio al que se cerrado la transacción, estará financiada por el Banco Santander. Un portavoz de la promotora barcelonesa rechazó comentar la venta a este diario, al estar sometida «a un acuerdo de confidencialidad firmado con el comprador». Se trata de la primera gran operación de compra de suelo que se realiza, no solo en el distrito tecnológico, sino en la ciudad de Barcelona. De igual forma, Benson Elliot señaló a este diario que «no está en posición de comentar es operación en este momento». La Llave de Oro, empresa presidida por Lluís Marsà, presidente también de la asociación de promotores de Barcelona (APCE), está decidida a dejar el negocio de oficinas y concentrarse en el residencial, comentan fuentes del sector inmobiliario.

SEGUNDA INICIATIVA

El desarrollo de un proyecto de oficinas en el 22@ sería el segundo que toma cuerpo en ese distrito después del edificio que desarrolla el Bufete Cuatrecasas en Diagonal 195, proyecto anunciado en el 2012, y situado una manzana por encima del solar adquirido por Benson Elliot. En todo caso, no será el primer proyecto que promueve el fondo británico en el distrito tecnológico de Barcelona. En el 2011 adquirió el complejo de oficinas Cornerstone, situado también en Poblenou. Trish Barrigan, cofundadora de Benson Elliot comentaba recientemente a este diario: «Las rentas en Poblenou ya han comenzado a recuperarse y creo que eso es algo positivo (...). Hay muchas compañías que están buscando oficinas más modernas y se pueden mudar desde Diagonal, donde pagan 20 euros por metro cuadrado, a Poblenou, donde pagarán 16 o 17, con lo que hay una buena oportunidad ahí».

No falta suelo en el 22@. Una consultora inmobiliaria como JLL tiene identificados casi 40 solares para desarrollar más de 550.000 metros cuadrados de oficinas. «Son proyectos en su mayoría que están parados, pero algunos de ellos se reactivarán en breve debido a la escasez de oficinas construidas, al precio atractivo de los solares y a la mejora de la financiación bancaria», comentó Darío Fernández Palacios, responsable de suelo de la consultora.

PRIMERAS OPERACIONES

Lo cierto es que comienzan a producirse algunas operaciones. Así lo aseguran los consultores inmobiliarios. «Hace 12 meses no teníamos ninguna demanda de suelo, ni residencial, ni no residencial. En el primer trimestre de este año se ha despertado cierta demanda», comenta Fernández. «Se hacen operaciones, pero solo cuando se tiene al usuario final del inmueble», agregó Agustí Jover, director de Promo Asesores Consultores. «El coste de la financiación es elevado por lo que inversores ponen en marcha proyectos cuando tienen asegurado el alquiler y la rentabilidad que les producirá».

La actividad inmobiliaria relacionada con las oficinas en Barcelona se encuentra en una paradoja. «El estoc de metros cuadrados vacíos se concentra en edificios obsoletos del centro de la ciudad, pero rehabilitarlos resulta complicado porque en muchos casos no pueden adaptarse a la nueva normativa urbanística», comentó Oriol Barrachina, director general de la consultora Cushman & Wakefield. Esa situación provoca que la única manera de alquilar esos espacios sea mediante la bajada de precios. Mientras «la demanda de oficinas nuevas comienza a hacer subir los precios de esos activos», comentó.