CRISIS FINANCIERA

Bélgica, Francia y Luxemburgo pactan trocear Dexia

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo han acordado el desmantelamiento del grupo bancario Dexia. El consejo de administración de Dexia. que se reunió de urgencia el domingo para discutir el plan, ha dado luz verde a la operación. La entidad aparece oficialmente como el primer banco víctima de la crisis de la deuda pública de la zona euro, pero la mala gestión y el excesivo apalancamiento financiero son los principales responsables de los 4.032 millones de euros de pérdidas registradas al concluir el segundo semestre de este año, ya que el impacto negativo de la deuda griega sólo representa el 9,3% de esas pérdidas, según los datos oficiales del propio grupo.

El Estado belga, según el acuerdo entre los tres gobiernos, comprará por unos 4.000 millones de euros la filial Dexia Banque Belgique, el banco minorista del grupo. Francia constituirá un nuevo banco mediante la adquisición por unos 650 millones de las actividades de Dexia con las corporaciones locales francesas. En el nuevo banco francés participarán el Banco Postal y la Caisse des Dépôts et Consignations, que ya es accionista de Dexia.

Las otras filiales del grupo, como Dexia Luxembourg, Dexia Sabadell y DenizBank (la filial turca), se venderán por separado. Los activos financieros tóxicos del grupo se quedarán en la entidad residual que actuará de banco malo y estará garantizado por los estados belga, francés y luxemburgués. Bélgica asumirá el 60,5% de las garantías, Francia el 36,5% y Luxemburgo el 3%. Este banco malo absorberá unos 100.000 millones en activos desvalorizados.

Participación regional

El Estado belga será de momento el único accionista de Dexia Banque Belgique a través de la Sociedad Federal de Participaciones e Inversiones (SFPI). Más adelante, la participación en el capital del banco quedará abierta a las tres regiones federales, Flandes, Valonia y Bruselas, cuyos dirigentes han reclamado tener una participación para poder controlar la política de préstamos a las administraciones regionales y provinciales.

El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, ha asegurado que el Gobierno belga planea vender "en el plazo de tres años, cinco años o quizá algo más", su participación de Dexia Banque Belgique, una vez la entidad esté saneada.

Ésta es la segunda ocasión en tres años que el grupo Dexia ha tenido que ser salvado de la quiebra. Al inicio de la <strong>crisis financiera, en el 2008, </strong>Bélgica y Francia aportaron cada uno 3.000 millones para apuntalar la entidad y Luxemburgo otros 376 millones. El grupo tiene unos activos de 512.747 millones. Sus inversiones en productos financieros ascienden a 124.900 millones, de los cuales 95.300 millones son en bonos. El grupo cuenta con unos riesgos en Estados Unidos de unos 65.000 millones de euros.