EL SEMANARIO 'WELT AM SONNTAG'

UE, BCE y Eurogrupo trabajan en un plan global para reestructurar la eurozona

El resultado de las reformas estructurales y la unión banquera, fiscal y política sería una nueva Unión Europea

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La Comisión Europea (CE), el Consejo de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Eurogrupo trabajan en unplan global, por encargo de los líderes de la UE, para llevar a cabo unareestructuración a fondo de la zona del euro a abordar en la próxima cumbre, a finales de junio, afirma hoy el dominical alemánWelt am Sonntag.

Según el semanario, el presidente del Consejo,Herman van Rompuy; el de la CE,José Manuel Durao Barroso; el del BCE,Mario Draghi, y el jefe del Eurogrupo,Jean-Claude Juncker, recibieron ese encargo en la última cumbre informal de la UE, el pasado 23 de mayo.

Los cuatro representantes de las principales instituciones implicadas en la cuestión deberán elaborar una especie de hoja de ruta que afectará "a todos los niveles" de la UE y que se presentará a los líderes en su cumbre de finales de junio. El propósito es que el plan, que es calificado de "proyecto revolucionario" por el dominical, seadiscutido, perfilado y adoptado a más tardar a finales de este año.

Van Rompuy, Barroso, Junker y Draghi trabajan, según ese medio, sobre cuatro puntales: reformas estructurales, unión banquera, unión fiscal y unión política. Su resultante será una nueva UE, si es que, precisaWelt am Sonntag, los líderes consiguen elnecesario consenso puesto que lo contrario implica elriesgo de escisión entre los 27.

Impulsar el crecimiento

El programa incluirá medidas concretas paraimpulsar el crecimiento y no concentrarse únicamente en la austeridad, puntal hasta ahora de la vía preconizada por el Gobierno deAngela Merkel.

El BCE debe, asimismo, estar preparado para actuar más decididamente ydotarse de mecanismos centralizados de supervisión sobre el conjunto de la banca. Desde la institución de Draghi se apunta a la creación de un fondo de rescate para la banca, cuestión que topa con el rechazo de Merkel, quien hasta ahora ha insistido en que no hay una vía directa de ayuda a los bancos.

El propósito de la hoja de ruta, cuyopunto álgido será la unión fiscal, es estar mejor equipado frente a situaciones como la actual y responder a las presiones internacionales parasuperar la crisis de la zona del euro, tras dos años en persistente situación de emergencia.

El rotativo recuerda que la misma cancillera apuntó la necesidad de diseñar un programa global esta semana al afirmar que se debía reflexionar acerca de cómo debe evolucionar Europa "en los próximos cinco a diez años".

Merkel ha mostrado su disposición a modificar ciertas posturas hasta ahora consideradas inamovibles, no solo por presiones de sus socios de la UE, sino también de la oposición alemana.

Tasa a las operaciones bursátiles

Este sábado, en una reunión con delegados de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside,Merkel se declaró dispuesta a la implantación de un impuesto sobre las transacciones financieras, tal como le exige la oposición a cambio de su respaldo parlamentario al pacto fiscal europeo.

Esa tasa a las operaciones bursátiles no es viable a escala mundial o de toda la UE, pero sí "entre algunos países de características similares", dijo la cancillera. Merkel dio un paso claro en dirección a la principal exigencia de socialdemócratas y verdes, cuyo respaldo precisa para la ratificación parlamentaria del pacto fiscal.

La cancillera necesita el apoyo de la oposición para que el pacto supere el trámite parlamentario, que en Alemania está condicionado a la aprobación por una mayoría de dos tercios en las cámaras Baja y Alta.

Frente a esa concesión a la oposición,Merkel se ratificó en su rechazo frontal a la emisión de eurobonos, como reclaman algunos de sus socios europeos, especialmente, el presidente francés, François Hollande, como fórmula para hacer frente a la crisis de la deuda.