SECTOR FINANCIERO

BBVA reducirá 1.600 empleos en Catalunya

La intergración de Catalunya Banc supondrá el cierre de 285 sucursales

Cristina de Parias, (izquierda), presidenta de Catalunya Banc, y Xavier Queralt, consejero delegado.

Cristina de Parias, (izquierda), presidenta de Catalunya Banc, y Xavier Queralt, consejero delegado.

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA / PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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La integración del Catalunya Banc (CatalunyaCaixa) en el BBVA tendrá un coste que se expresa con un cifra concreta: el 20% de la estructura debe desaparecer. Así lo explicaron ayer los directivos del banco que preside Francisco González y así queda reflejado en el nuevo plan de reestructuración presentado a la Comisión Europea por el Gobierno y que fue aprobado en diciembre. Ayer se dio a conocer finalmente ese plan y los números responde al porcentaje anterior: el compromiso con Bruselas es cerrar un mínimo de 285 oficinas sobre una total de 1.425 sucursales que tiene la red conjunta de CatalunyaCaixa y el BBVA en Catalunya. Además, recortar unos 1.600 empleos sobre la plantilla de 8.779 personas de las dos entidades. Se hará en tres años, hasta abril del 2018.

Ese es el plazo máximo fijado, pero el ajuste se podrá hacer antes. Las cifras, además, son las mínimas acordadas: si se apuntan más empleados a las salidas pactadas, podría haber una reestructuración mayor. La entidad todavía no ha comunicado a los trabajadores los planes de ajuste. Los sindicatos insisten en que esperan que el proceso de reestructuración se pueda aplicar de forma no traumática, mediante prejubilaciones y bajas anticipadas. Asimismo, señalan que el periodo de ajuste pueda dilatarse durante tres años puede facilitar las salidas pactadas.

En todo caso, lo que sí está claro es que el proceso de ajuste de red y plantilla se iniciará previsiblemente a la «vuelta del verano», avanzaron fuentes del BBVA. Ahora toca «avisar, más que negociar», a los sindicatos del plan pactado con Bruselas. Al contrario que en Unnim, la plantilla de CatalunyaCaixa tiene una media de edad más alta y equiparable a la de BBVA en Catalunya, lo que facilita las prejubilaciones.

ESTRUCTURA COMERCIAL

Lo que sí se ha comunicado es la nueva estructura comercial del grupo que dependerá del consejero delegado, Xavier Queralt. Catalunya Caixa se divide en siete zonas territoriales: Vallès y Maresme, Catalunya Central y Lleida, Llobregat, Tarragona, Catalunya Nord y Expansión (fuera de Catalunya). Las zonas incluyen 50 cabeceras de banca comercial (CBC), sucursales de mayor tamaño y con más personal de las que dependerán las oficinas próximas. Seis directivos procedentes del banco comprador se incorporan a esa nueva estructura, tres como directores de zona y otros tres como CBC.

El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano destacó ayer que CatalunyaCaixa permitirá incorporar 1,5 millones de clientes, y aportará sinergias del 40% de la base de costes del cierre del 2014. Previsiblemente, restará 55 puntos básicos al capital del grupo, algo que se podrá ver en el segundo trimestre. «Vamos a ser la primera entidad española por cuota de negocio y la segunda en Catalunya», dijo. De hecho tendrá el 16,55% de España y del 26% de Catalunya.

Cuando se anunció la operación, el banco esperaba que la entidad catalana diera pérdidas este año. Ahora, sin embargo, prevé una aportación nula (ni pérdidas ni ganancias), una contribución de 200 millones al margen de intereses y una contribución «inexistente» al margen neto. En el 2016, dará entre 30 y 40 millones de beneficio. Y a partir del 2018, cuando esté plenamente integrada y ajustada, aportará uno 300 millones de beneficios. Cano, como ya ha explicado en otras ocasiones Cristina de Parias, presidenta de CatalunyaBanc, destacó que de momento se mantendrán las dos marcas. «Tenemos tiempo para entender los efectos de preservar o no la marca, un año y medio o dos», dijo Cano.

La operación de compra se ha cerrado finalmente en 1.165 millones, en lugar de los 1.186 millones que se dijo en un inicio, porque se ha comprado el 98,4% en manos del FROB y del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), no el 100%. La cifra, en todo caso no compensa los 12.000 millones que Bruselas tuvo que inyectar para evitar que la entidad catalana fuera liquidada.