El BBVA penaliza el mal uso de las tarjetas con el despido

La entidad reclama un «frente común» de la sociedad contra la corrupción

Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, ayer en la rueda de prensa de resultados.

Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, ayer en la rueda de prensa de resultados.

P. ALLENDESALAZAR / MADRID

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No todas las entidades financieras son iguales. Ese es el mensaje en que insisten los bancos respecto a las cajas rescatadas desde hace años y el que ayer quiso reiterar el BBVA ante el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. «Tenemos procesos específicos de auditoría interna que revisa cada gasto de cada tarjeta. No es infrecuente (cuando se detecta un uso incorrecto) que veamos despidos aunque sean cantidades pequeñas», aseguró ayer su consejero delegado, Ángel Cano.

Estas tarjetas de empresa, defendió en la presentación de resultados del grupo, son para asuntos como «pagar una comida con un cliente» o hacer un «viaje a Argentina para una reunión», pero nunca para gastos «de fin de semana, pagarse la gasolina o invitar a comer a la familia». Un nivel de rigor que entiende exigible a todos: «Sacamos a gente por un gasto indebido de 100 euros, tras un proceso de investigación. Imagínate si lo hacemos dentro cómo pensamos que tiene que ser fuera».

El BBVA se ha caracterizado en los últimos años por la apelación a los principios éticos. Un discurso en el que ayer subió un nuevo peldaño. «Todos, no solo las empresas, tenemos que hacer un frente común para desterrar los casos de corrupción de este país. Sobre todo después de los relevantes esfuerzos, y en muchos casos con sufrimiento, que están haciendo las familias. Espero que sea el principio del fin de las malas prácticas, un país como España no se merece esto», defendió Cano.

Este cambio de mentalidad, argumentó el ejecutivo, es más importante que cualquier modificación legal que se pueda aprobar o alianza por sectores empresariales que se pueda producir. «No podemos acostumbrarnos a que pase delante de nosotros y lo aceptemos. Esto ha pasado en muchos sitios y se veía como algo normal», criticó.

CATALUNYA CAIXA

Con la compra de Catalunya Caixa, el BBVA se va a convertir en uno de los mayores bancos catalanes. La comunidad será la más importante para la entidad en España, ya que pasará a suponer en torno al 30% de su negocio en el país. Cano apuntó que prevé recibir luz verde de la Comisión Europea a la operación en el primer trimestre, probablemente en febrero. Será el momento, añadió, para decidir cómo se reparten los 450 millones que el banco ha reservado para reestructurar la antigua caja y precisar los posibles ajustes de plantilla o sucursales.

El ejecutivo aseguró que desde que se anunció la compra de la entidad nacionalizada por parte de su grupo, Catalunya Caixa no ha perdido clientes, como preveía el banco comprador, sino que ha recuperado algunos de los que se habían ido a otras entidades más sólidas durante la crisis. El BBVA, desveló, no tiene previsto tomar una decisión sobre la marca comercial de la entidad catalana hasta dentro de entre 12 y 18 meses.

Sobre el conflicto entre el Gobierno y los soberanistas catalanes, se mostró convencido de que acabará por haber un acuerdo. «Hay espacio para el entendimiento, tiene que haber entendimiento. En cuestiones políticas es difícil predecir nada, pero en este tipo de cosas terminan primando las cuestiones económicas», aseguró.