Bankia emprende una batalla en el Supremo para frenar las condenas por la salida a bolsa

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, en la presentación de resultados.

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, en la presentación de resultados. / EFE / J. J. GUILLÉN

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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La factura judicial de la salida a bolsa de Bankia, operación por la que perdieron su inversión miles de afectados, sigue engordando a pasos agigantados. El banco ha sufrido ya unas 6.000 condenas a devolver 60 millones de euros, sale perdiendo en el 93% de los casos y tiene abiertos procedimientos por otros 564 millones. Además, el goteo de nuevas demandas continúa auspiciadas por despachos de abogados especializados -como el que recientemente ha utilizado la imagen de Iker Casillas-.

Ante esta situación, el banco está recurriendo las condenas y dos de estos recursos han sido admitidos a trámite por el Tribunal Supremo. El objetivo de la entidad nacionalizada es que el alto tribunal frene estas sentencias por la vía civil hasta que la Audiencia Nacional determine si se produjo algún delito en la salida a bolsa, un dictamen que todavía tardará mucho en producirse.

"Creemos que fue una operación reglada y normada. En la Audiencia Nacional, el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores ratificaron que se hizo con la información que había disponible. Estamos recurriendo en defensa de los contribuyentes", ha argumentado su conejero delegado, José Sevilla.

Hasta que no se resuelven los recursos y la sentencia es firme, el banco no tiene que devolver el dinero, salvo cuando son cantidades inferiores a 3.000 euros (no se pueden recurrir en la vía civil), con lo que la mayor parte de los 60 millones todavía no los ha reintegrado. Pero el posible impacto para el banco va en ascenso. El grupo hizo una provisión de 780 millones para afrontar el golpe y Sevilla ha dejado la puerta abierta a tener que ampliarla.

DEVOLVER AYUDAS

El ejecutivo también ha dejado entrever que el banco podría pagar con cargo a los resultados de este año su segundo dividendo y que este podría ser mayor que el anterior (que para el Estado supuso recuperar 128 millones). De hecho, ha apuntado que el nuevo plan estratégico para tres años que prepara la entidad podría incluir un porcentaje del beneficio que se dedica a remunerar a los accionistas superior al anterior 27%.

Sobre los rumores de que podría estar en la diana para ser absorbido por un gran banco español, Sevilla ha juzgado estas posibles operaciones de inviables: "En entidades con un valor de mercado muy elevado, la venta en bloque son muy complicadas". Ha dejado la puerta abierta, en cambio, a negociar con la Comisión Europea que le permita comprar otros bancos, pero consciente de que es una opción más que remota.

MENOR COMISIÓN POSIBLE

El ejecutivo ha apuntado, asimismo, que el banco está estudiando qué comisión cobrará a los bancos de los no clientes que saquen dinero en sus cajeros, pero ha adelantado que será inferior a los dos euros y que será "lo más moderada posible". Además, ha indicado que devolver lo cobrado de más por las cláusulas suelo hipotecaria si fueran consideradas nulas le costaría 0,2 puntos de capital.

El banco ganó 855 millones hasta septiembre, un 7,3% más. Los ingresos cayeron el 1,6% por la menor aportación de los bonos que recibió de la Sareb a cambio de sus activos inmobiliarios, pero los menores costes y sobre todo provisiones para afrontar perdidas le permitieron mejorar sus ganancias. La rentabilidad (9,9%) y el capital (11,73%) son los más de la gran banca ha destacado el grupo.