De Bankia al banquillo

Rodrigo Rato fue uno de los hombres más poderosos de España y el político español que ha ocupado el cargo económico más relevante de la esfera internacional (fue director gerente del Fondo Monetario Internacional entre el 2004 y el 2007). Sin embargo, en los últimos años vive un vía crucis judicial por las irregularidades en su gestión al frente de Caja Madrid, la salida a bolsa a Bankia y ahora las acusaciones de delito fiscal, blanqueo y corrupción entre particulares, por las que declaró ayer ante el juez.

Rato comenzó su carrera política en 1979 en Alianza Popular, y ya en 1982 se convirtió en diputado en el Congreso, primero por Cádiz y después por Madrid. Tras la victoria del PP en las elecciones de 1996, fue nombrado ministro de Economía y vicepresidente segundo del Gobierno hasta el 2003, cuando fue ascendido a vicepresidente primero. En las elecciones del 2004 volvió a salir elegido diputado, pero su nombramiento en el FMI lo apartó del Congreso.

Dimitió de su cargo en el FMI alegando motivos personales en el 2007, y fue nombrado en el 2010 presidente de Caja Madrid (etapa de las famosas tarjetas black para gastos personales). Tras su conversión en banco, Rato se hizo cargo de la salida a bolsa de la entidad bajo el nombre de Bankia (2011), con un folleto de salida al mercado cuyas cuentas no se ajustaban con la realidad del banco (según estas, beneficio de 305 millones ese año, cuando después se demostraron que sufrió unas pérdidas de 2.979 millones).

En plena crisis, en mayo del 2012 Rato dimitió como presidente de Bankia, y se le impuso como sucesor a José Ignacio Goirigolzarri. El Gobierno nacionalizaría días después la entidad, con un desfase patrimonial de 3.500 millones en la entidad. El rescate de Bankia costó 23.500 millones a las arcas públicas.

EL ABISMO// Fue el principio del abismo para Rato. La salida a bolsa de la entidad con las cuentas maquilladas le costó su primera querella en julio del 2012, y ese mismo año fue citado a declarar antes por el juez Andreu. En el 2013 compareció en la comisión de las cajas del Parlament, donde el diputado de la CUP David Fernàndez le mostró una sandalia y le advirtió de que el miedo había cambiado de lado.

En octubre del 2014 estalló el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, y el juez Andreu le impuso una fianza de tres millones de euros. «Todo estaba mal pero yo no lo sabía», dijo. Añadió: «Era un instrumento de pago». La Universidad de Alicante le retiró el doctorado honoris causa; Gijón, el título de Hijo Adoptivo...

En el 2015 se destapa que Rato se benefició de la amnistía fiscal aprobada por el Gobierno del PP, y es detenido por agentes de Vigilancia Aduanera por supuesto fraude fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. La fiscalía detectó 78 cuentas a su nombre y ayer tuvo que aclarar su patrimonio en el juzgado. De momento, el juez le retiró el pasaporte y deberá comparecer una vez al mes.